Misterios planetarios. El misterio estelar.

Capítulo I

Mur se levantó el primer día de vacaciones en el planeta Scroùt. Preparó su desayuno sola, ya que su padres no estaban. Mur se acercó a su calendario de 20 meses, y dijo chillando << ¡Seis meses y medio para la primavera!>>. Cogió la leche, muy animada, siguió cogiendo cosas, preparó tostadas, y empezó con el desayuno, miro hacia la ventana y vio el paisaje invernal, y al volver pensar de los seis meses que quedaban para primavera, comió el desayuno con rapidez. Fue al baño, se preparó, se peinó su pelo largo, se alisó el pelo, y posteriormente fue a su cuarto y se preparó para salir, con sus amigos. Se puso su gorro de lana, de color blanco y negro. Salió de su casa, cerro la verja. Se puso a ver la entrada del cielo del "Planeta prohibido", como siempre empezó asomarse a las 11:02 a.m. Se puso contenta y, en dirección al parque, se puso a pensar como sería el "Planeta prohibido". Al llegar estaban hay, Junh, Mark, Amploa, y su mejor amiga Dairis. Dairis sabía todos los secretos de Mur, como que le gusta Mark, que Amploa estaba colada por Junh, y que Dairis estaba por un chico mayor. Empezaron hablar:

- Mur hemos pensado, cuando tu no estabas, que podríamos ir a ver las estrellas esta noche- Dijo Junh entusiasmado.

- ¡Vale! - Dijo Mur con una amplia sonrisa.

- Yo no podré... -Dijo Amploa cabizbaja...

- ¿Por qué? ¿Algún asunto familiar?...- Dijo Mark.

- Pues... si...- Dijo sollozando Amploa.

- ¿Es sobre eso...? - Dijo Mur sabiendo por que estaba así.

- ¡Espero que os lo paseis bien...! - Dijo Amploa borrando sus sollozos.

- Pues... ¿A qué hora? ... ¿A la hora de la ocultación del "Planeta prohibido? - (22:09) Dijo Junh señalando al planeta.

- ¡Vale...! - Gritaron todos menos Amploa.

En el instante los dos chicos empezaron a jugar con el balón que se trajo, se pasaban el balón uno entre el otro. Mientras que las tres chicas hablaban de sus secretos:

- Mur... ¡Te sigue gustando Mark! - Dijo Amploa casi gritando.

- ¡Shhh...! ¡Más bajo! Si... me sigue gustando... - Dijo hablando casi en susurro.

- Pero... ¡Mur! El tiene 13... y cumple 14 en Drouguer (El último mes de invierno). Y tu... ¡Tienes 11...! - dijo Dairis.

- ¡Si pero... Creo que siento algo más fuerte...!- Se puso muy enrojada.

- Mur, Mur... No se puede hacer nada contigo...- Dijo Amploa.

Dairis y Amploa se rieron a carcajada limpia. Mientras que Mur se ponía roja como un tomate.

- ¿Y tu Amploa? ¿Te sigue gustando Juhn...? - Dijo Dairis Enseñando una sonrisa de oreja a oreja.

- Si, Dairis, pero no sé el tiene 11... y yo 10... Y no se si le gusto, y... - Empezó Amploa a poner problemas mientras que a Mur, se le iba el enfado.

- Amploa, no pongas pegas... a lo mejor, no sé ¡Esta por ti! - Sonrió Dairis.

- Pero... No se lo digas a nadie Dairis, ni tu menos Mur... - Dijo Amploa, y las dos chicas lo prometieron. - Pues mirad... Os cuento...- Empezó a contar...

>> Cuando era mi infancia en la guardería, conocí Junh, yo tenía 3 y él 4. Me dijo <<¡Hola!>> Con una voz, hermosa y bonita, quería conocerle y cuando abrí la boca, le llamaron unos amigos para jugar al fútbol, y me quedé paralizada, con la boca como me la dejó. Me levanté tirando mis cosas de mi regazo, me acerqué gritando:

>> - ¡Hola, no te lo dije antes...! - Dije pero no me dijo nada, entonces le seguí a su dirección, me aberronché sobre él, y le torcí el tobillo. Al día siguiente entró, como nueva, Mur. Se sentó a mi lado, y nos conocimos, y le expliqué lo que hice ayer, y se quedó sin palabras, y le di un golpecito en la frente, y volvió en sí, me dijo:

>>- ¡Cómo hiciste eso...! - Me gritó

>>- ¡Pues... yo, yo...! - Colorada me quedé que no podía hablar.

>> De repente vino Junh, con el pie y media pierna, vendada, avergonzada, me metí debajo de la mesa circular y me puse a llorar como una loca... Junh se acercó a la mesa, y preguntó:

>>- ¡¿Dónde está Amploa!? - dijo enojadamente.

>>- No sé... - Dijo Mur salvándome el pellejo.

>>- ¡No mientas está aquí debajo de la mesa! ¡La oigo llorar!- Dijo más enojado.

>>Empecé a llorar más, y salí de la mesa discopetada, antes de que se agachara Junh. Junh cojeando se acercó a mi, y me gritó:

>>- ¡Mira lo que me has hecho!¡Jamás no podré jugar al fútbol! - Me dijo chillando y a la vez enfadadísimo.

>> Yo lloré días y días cada vez que le veía así con la pierna casi del todo vendada...

>> Ya ibamos a tercero de primaria, y Junh y yo, Nos odiábamos a muerte, nos gritábamos y nos decían que eramos hasta rivales. En esta ocasión Mur no te gustaba Mark, ni le conocíamos, y Dairis estaba por un tio, que ahora está gordo. Teníamos rivalidad hasta en contestar las prguntas de los profesores y en acabar antes el examen... Perdía siempre por que estaba en el final de la clase, y luego me tiraba aviones, aun que le mandaba al despacho del director. Cuando llegamos a cuarto de primaria en la semana de verano, nos perdonamos y nos empezamos a caer bien, hasta nos queríamos poner al lado de cada uno en clase, y entregar los exámenes a la vez, y cada vez que nos preguntaban y los dos levantábamos la mano para decirla, le dejábamos al otro para que la contestase. Con el tiempo nos empezaron a decir que eramos novios, y nos manteníamos al margen, pero ahora... Nos llevamos genial, pero con algo de margen, por eso no sé si está por mi... Y es más ahora nos dicen, menos gente, que somos novios. Y estoy más agusto, sin que me molesten la gente.

- Amploa...- Dijo Mur seriamente.

- ¡Dime! - Dijo Amploa orgullosa de a ver contado la historia.

- ¡Esa historia la sabíamos, y la has contado setecientas veces! - dijo Mur gritando.

- Ya... ¿Y qué? ¡Por una vez más no pasa nada...! - Dijo vergonzosamente al ver que Junh le miraba...

- ¡Pues eso Amploa...! Que ya la sabíamos - Dijo Dairis entrecortada.

- ¡Valla!- Dijo Mur mirando su reloj- ¡Son las 14:39 p.m.! ¡Es hora de comer! - se lo dijeron a los dos chicos, se despidieron en la entrada del parque, y corriendo a sus casas cada uno.

Mur llegó a la verja de su casa y se despidió de Dairis.