Hay cosas que la humanidad no debe saber o que debe mantener en el olvido. Cosas que muchos llaman fantasía o incluso leyendas sin saber que es una excusa para mantenerlos alejados de la verdad. La curiosidad es tanto un don como una maldición y en mi caso era lo ultimo.
Mi nombre es Clark L. Barker, actualmente tengo 30 años, pelo castaño y ojos marrones, de estatura media y con una personalidad que jamas creí posible obtener. Desde que tengo uso de razón siempre amé los misterios del mundo, la mitología, el ocultismo y todo aquello imposible de comprobar ya que me daba la esperanza de que el mundo no era tan aburrido y monótono como lo es. Siempre soñé con encontrar el santo grial, el necronomicon o incluso descifrar el misterio de la Atlantis hasta que la dura realidad en la que vivía me golpeo sin compasión, una realidad donde el ser humano se dividía en creer o no creer, donde creer te ponía al borde de la burla o incluso locura y el no creer en un sucio pecador, y a su vez, ambos lados trataban de ignorante al otro. En mi caso, era un soñador.
Todo comenzó en diciembre de 2012, o al menos eso creo yo ya que fue mi primer experiencia con asuntos ajenos a un simple e ignorante pero curioso humano que no estaba listo para conocer ciertas verdades. En las calles, en la televisión e incluso en Internet podías ver que el tema principal era el fin del mundo el cual supuestamente llegaría el 21 de dicho mes. Algunos temiendo, otros burlándose de los que le temían, y luego estaba yo que simplemente esperaba que sucediera algo a diferencia de las otras 53 fechas fallidas, aunque sea un leve temblor que justifique la fecha. En el fondo poco a poco mis esperanzas de encontrar lo "fantástico" morían día a día al ver que cada punto del que hablaban leyendas y mitos de diferentes culturas no eran mas que simples paisajes o que incluso objetos por los cuales civilizaciones enteras fueron borradas por su obtención no eran mas que simples replicas basadas en escritos los cuales eran basados en historias escuchadas. Fue así que decidí una ultima expedición en la cual apostar todo y viaje a Mendoza, ciudad ubicada en Argentina. Había escuchado una leyenda acerca de la laguna de Malargüe, dicha leyenda contaba la historia de una hermosa princesa india llamada Elcha (en lengua aborigen significa Espejo), cuya tribu estaba enemistada con otra, la cual la bruja sentía simpatía. La princesa había crecido junto a un compañero que no era de la nobleza pero que con el pasar del tiempo un sentimiento de amor nació y creció fuertemente en los dos, pero la bruja tenia otros planes para la princesa, ya que esta convenció al jefe para casar a su hija con el príncipe de la otra tribu y así terminar con los enfrentamientos. Esa noche Elcha fue informada de los planes que le esperaban, destrozada huyo con su amado pero las tribus no los dejarían marchar tan fácilmente. Luego de una larga persecución se vieron a la orilla del lago y un rayo ilumino a sus perseguidores acercándose. Los enamorados se lanzaron al agua. La bruja, al llegar al lugar se asomo a la laguna y en el instante que lo hizo un rayo le golpeo dejándola petrificada, el resto lleno de temor se acerco a mirar la laguna y en ella observaron a Elcha reflejada en la laguna como un espejo. Desde entonces se dice que en la laguna se puede ver tanto a la bruja petrificada como la imagen de Elcha. Pero al llegar a Mendoza los problemas comenzaron, la superstición en su gente era tan grande que ningún grupo de turismo quería llevarme.
Clark: ¿Por qué no puede llevarme a la laguna? - Pregunté con un tosco español.
Guia: No me molesta manejar un colectivo por el borde de una montaña con el riesgo de caer, ni explorar las minas abandonadas llenas de peligros, pero no pienso entrar a esa zona de noche, está prohibido el paso de noche, cada algún tiempo aparecen gatos muertos, desangrados con heridas que no parecen de cuchillo. Y otras veces aparecen cuerpos flotando con una expresión de terror tan grande que le daría pesadillas hasta a el mas macho. Dicho esto le prohíbo entrar de noche, si es que valora su vida. - Dijo el guía con una expresión que expresaba completamente su miedo y preocupación.
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La Orden del Serafín.
RandomUn joven amante de los misterios del mundo se ve envuelto en lo que toda su vida buscó.