Correr, correr y correr mas rápido. No podía ni quería parar. Jaebum estaba cerca, muy cerca y tenía miedo. Miedo a que lo alcanzara, a que lo atrapara y acorralara, que lo golpeara o juzgara, que preguntara cosas que no podía contestar, ya sea que quisiera o no, sabía de ante mano que las palabras no serían capaces de salir de su boca. Tenía miedo de tener menos oportunidades de las que creía tener en un principio siquiera.
Siguió corriendo, aún cuando él le pidió que pare, aún cuando sabía que el timbre que anunciaba el final del descanso tocaría en cualquier momento y que llegaría tarde a su clase si seguía yendo en dirección contraria. Aún cuando se le cruzaron tantas personas que casi hacen que falle en más de una oportunidad con su misión de huir del hermoso -y rápido, mierda- chico del que se había enamorado hace ya meses. Sus pulmones y piernas no daban más, sus nervios no hacían otra cosa que calcomerle la cabeza pensando en posibles escenarios por si lo atrapaba en medio de la huida, escenarios que siempre terminaban con un inminente rechazo, tal vez una golpiza y un orgullo destrozado en miles de pedazos.
Y Jaebum se encontraba tan externo a esos sentimientos. La angustia era un peso más en sus hombros, no entendía por qué su amado había salido corriendo de esa manera tan solo con su presencia. ¿Es que sus sentimientos habían sido malinterpretados? No lo dudaba, se odiaba por tener una imagen tan hostil y precaria porque esa parecía ser la causa por la que su sol lo quería tan lejos de sí.
Pero no podía parar de correr, de perseguirlo, no cuando estaba tan cerca. Sus manos solo querían sentir la añorada sensación de tocar el cuerpo contrario y eso no iba a impedírselo nadie ni nada, o eso pensaba. Lo quería, tanto así que era egoísta con lo que sentía.
Por una vez en su vida, Jaebum agradeció ser tan intimidante ante los ojos impropios porque las personas le daban el pase libre por miedo a enfrentarle. También agradeció el entrenar, esta en una buena condición física estaba siendo se muchísima ayuda para un momento tan decisivo como ese. Su felicidad dependía de eso, no iba a dejarla ir cuando la podía sentir en la punta de sus dedos.
La cabeza de Youngjae sólo podía maquinar ideas para no ser atrapado, para esconderse en su inútil cobardía. Sus opciones eran limitadas y dudaba de que alguna funcionara siquiera
¿Esconderae entre un grupo de personas? ¿Buscar a sus amigos?¿ Ir a un baño? La última opción le parece, raramente, la mas lógica y por eso en uno de esos trémulos trayectos a causa de la enorme corrida que estaba pasando y la gente con la que no dejaba de chocar, se desvió un poco para entrar a uno de los baños públicos. El baño es sucio y antigenico pero es la mejor opción, o al menos eso quiere pensar Youngjae mientras se encierra en un cubículo que, para su espantosa suerte, está más sucio y antigenico, ¡qué sorpresa aquella! ¿Quién diría que el baño estaría tan descuidado? (por si no lo notan, es sarcasmo.)
Estar ahí se siente como un extenso calvario que parece no terminar nunca, el espacio es muy reducido y el escondite muy obvio, no podía respirar sin que las arcadas lo atacaran e intentaran rebalsar el diminuto vaso de su limitada paciencia. Pero no podía encontrar otro lugar en el reducido tiempo de 3 minutos de ventaja que había ganado con su estelar corrida; de la cual, estaba orgulloso. No se le cruzaba por la mente la idea de estar en tan buenas aptitudes físicas, aunque sí pensaba que podía ser gracias a la adrenalina que había vivido al tener al amor de su vida cerca suyo y que, cuando estuviera a salvo en su clase siendo arrullado por la suave y tranquila voz de su profesor, se sentiría horriblemente cansado e inútil mientras se dejaba llevar por el sueño y los cómodos brazos de Morfeo, conciliar sus sueños no iba a ser difícil.
-¿Hola?- Puede escuchar la clara la voz de Jaebum, está entrecortada y resuena por todo el lugar con vacilación, haciendo eco en sus oídos junto a los latidos de su corazón-. ¿Estás aquí?
No parece enojado, ni decepcionado, mucho menos asqueado. ¿Será que debería mostrarse?
En esos momentos en donde reflexionaba sus posibilidades e inseguridades, escucha la puerta abrirse y cerrarse con brusquedad.
- ¡Hey, Jaebum! ¿Qué tal, bro? -dice otra voz con total confianza. Logra suponer Youngjae que le habla a su hombre, tal vez porque ese es su nombre o porque era el único en el lugar-.
-Nada, bro- responde con una impasible sencillez-. Por casualidad, ¿Viste a un chico con cabello negro, con unos anteojos y vestido con una remera blanca y jeans? Lo casual.
-No lo sé, esa es la descripción de casi todo el colegio hermano- Responde con clara burla en sus palabras-, ¿por qué? ¿Pasó algo?
- ¿eh?, no, claro que no - la voz de Jaebum sale con un tenue nerviosismo-. De todas formas, ¿necesitas algo?
Se puede notar que quiere cambiar de tema, pero su acompañante parece ignorar aquello.
- Sí, debo ir al baño. ¿Me esperas que termine y volvemos con los demás chicos antes de que termine el receso?
-Claro.
Que casualidad que justo haya elegido el baño en el que el más pequeño se encontraba para ir. Sus miradas se encontraron por unos nanosegundos antes de que el intruso le diera un vistazo rápido y notara que su apariencia coincidia con la que su amigo había nombrado con anterioridad. Se cuestiona entonces qué debe ser, el chico derrama desesperación por ser mantenido escondido pero su amigo detonaba ansiedad por volver a verlo. ¿Era una buena persona o un buen compañero?
-No digas nada, por favor - gesticula con sus labios sin soltar sonido el descubierto, poniendo las manos en forma de súplica.
El chico de pelo rubio, bajo y robusto se le queda mirando un rato. Sigue pensando.
Tal vez tuvo piedad él o tal vez sólo quería joder a el futuro novio de Youngjae, de todas maneras, lo encubrió.-¿Jackson? ¿Pasa algo?- pregunta Jaebum al ver que su amigo se quedaba parado antes de entrar al cubículo como dijo que haría-.
-¿Sabes que amigo?creo que se me fueron las ganas de ir al baño- dice Jackson sonriendo ligeramente y cerrando la puerta con rapidez-.
- ¿qué? ¿cómo que nada? ¿qué hay ahí adentro? - pregunta demasiado extrañado Jaebum.
- Nada, pero me acordé que tenía que ir a comprarles la comida a Jinyoung y Mark. Ya sabes como son ellos, si no lo hago la abstinencia es más que segura- Una última risa se escucha, acompañada de unos pasos y la voces cada vez más alejada.-
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¡Deja de huir! - 2jae
Fanfiction¿Quién era Im Jaebum? Pues, el lindo chico que típicamente todos se querían tirar sin conocerlo ¿Quién era Choi Youngjae? Su acosador, que de manera poco típica huye de él por conocerlo demasiado -Capítulos cortos -Actualizaciones lentas