En algunos momentos de nuestra vida en los que pasamos por etapas de éxito y "gloria" el ego se nos puede subir más allá de lo que podemos controlar.
Debemos tener siempre presente que a Dios y para Dios es TODA la gloria por lo que no debemos tener nunca motivos para crecernos y hasta llegar a tratar a las demás personas como inferiores a nosotros. Es decir, caminemos con humildad.
La persona humilde es agradable ante los ojos de Dios y por lo tanto Dios lo bendice de más grande manera.
"No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos" Filipenses 2:3 NVI
¡Seamos humildes! ¡Con la humildad viene la sabiduría!
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Por la Gracia de Dios
SpiritualEn este nuevo libro estaré compartiendo con ustedes pequeñas y cortas enseñanzas que me han ayudado a recordad todos los días que mi vida está sostenida por la Gracia de Dios. Por la Gracia de Dios estamos aqui. Actualización de forma seguida Portad...