—¿No te gusta que tu novio te cuide de algún resfriado o de algún ataque de mis manos?
—Sí, me gusta, pero nadie más podrá verme desnudo, sólo tú.
—Ahora sí puedo decir que eres sólo mío, mi novio, mi bebé, ¿Tú piensas lo mismo?
—Si, pienso lo mismo, pero eso significa que tú también eres sólo mío.
—Claro, lo soy, te amo.
—Yo te amo más.