¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Encerrada, sola en su habitación, el alma destrozada y las lagrimas que terminaban por dejar seco y marchito su corazón, el mundo se estaba encargando de hacerle mierda como solo el mundo sabia hacerlo, poco a poco.
Le dolía, dolía tanto por que si lloraba no era como cuando niña, por una estúpida caída o pelea, ahora era peor, se había perdido y no, no físicamente había perdido su esencia, su carisma y su alegría, ella no tenia ni la menor idea de cuando esos cigarros dejaron de ser de chocolate para pasar a ser tabaco, cuando esa extraña combinación de refrescos paso a ser cerveza o como sus piernas dejaron de ser rayadas por sus plumas para terminar siendo marcadas por navajas, nadie sabia que era lo que le había sucedido por que ¿Como un pequeño dulce pasa a ser tan amargo?, ¿Como pudo crecer tan rápido?.
Tan solo 15 años y sus ojos ya se apagaron como aquel oficinista que al ver su computadora se da cuenta de que lo que ha hecho en la vida no tenia sentido.