Yo Te Amaré (Klaine boyxboy) (Secuela Yo Te Ayudaré)

CAPÍTULO 5: VOLVER A SONREIR

CAPÍTULO 5: VOLVER A SONREIR

Dos días pasaron de la visita de Cooper. Blaine había optado por no contar nada a Kurt hasta que hablara con su tío, por si se hacía ilusiones y luego la cosa se torcía y no se iba con ellos. Hasta que no fuera seguro, no se lo diría. Por su parte, Kurt notaba diferente a su novio. Las discusiones habían cesado y el castaño no entendía el motivo.

– Traemos noticias... Vamos a hacer reunión de chicos por un lado y de chicas por otro. – Dijo Finn

– Ok. Llamaré a 'Cedes a ver que me cuenta de sus planes. – Informó el castaño.

– ¿Irás con Lady Hummel y las chicas o vendrás con nosotros? – Preguntó Puck.

– Creo que prefiero ir con vosotros si no hay inconveniente. – Respondió Blaine.

– Ok, cuantos más mejor... – Dijo el más alto.

– ¿Por qué no invitas a tus amigos de Dalton y a Rick y Karofsky? Me apetece divertirme un rato. – Añadió el Noah.

Horas después, Kurt estaba con las chicas y Jeff en casa de Tina. Estaban rodeados de botes de laca de uñas, limas, pinzas, cepillos, horquillas y demás instrumentos para realizarse manicuras y peinados.

– ¿Cómo van las cosas con Blaine? – Quiso saber Rachel.

– No lo sé, creo que me oculta algo... – Dijo el castaño.

– Ten un poco de paciencia, no lo presiones. Creo que necesita que le des un poco de espacio y que te relajes con él. – Dijo Quinn.

– Rick me dijo que lo está pasando muy mal... no me quiso contar nada más, pero dice que lo vio muy hundido. Dale una tregua. – Informó Jeff.

– Lo intentaré... – Prometió el ojiazul.

Por su parte, los chicos estaban en casa de Mike. Hablaban de temas triviales mientras jugaban con la consola. Entonces, la conversación se centró en los problemas de Kurt y Blaine.

– ¿Se puede saber que le has hecho a mi hermano? Últimamente está que salta. – Dijo Finn.

– Yo no le he hecho nada. Sólo que si le llevas la contraria se enfada. – Respondió el moreno.

– Pero alguna explicación habrá para que hayáis pasado de ser inseparables a no poder estar juntos en la misma sala. – Insistió el más alto.

– Deberíais dejarlo aquí, no lo está pasando muy bien. – Pidió Rick

– Creo que no debes preocuparte por lo sucedido, queda lo mejor de todo que es... el sexo de reconciliación. – Dijo Puck

– ¿Siempre piensas en lo mismo? – Preguntó el ojiverde.

– Si... ¿Por qué le extraña a tanta gente? – Se extrañó Noah.

– Porque no es normal. – Dijo Artie.

– Estáis hablando del tío que nos ofreció a Jeff y a mí hacer un trío. – Recordó Nick.

– Eso fue junto con David. – Comentó Blaine.

– ¿En serio? – Preguntó Finn extrañado.

– Sí. – Confirmó el judío.

– Puck... ¿Aun sigues con lo de tener sexo con un tío? – Preguntó el ojimiel.

– Claro, nunca sabré lo que me gusta si antes no pruebo todas las posibilidades. – Dijo el aludido.

– Sólo tienes que salir y ligar con un chico. – Animó el pelirrojo.

– No es tan fácil. – Se quejó Puck.

– Los tres ponemos el gay-dar a tu disposición. – Informó el más alto.

– ¿Qué tres? – Quiso saber Noah.

– Rick, Nick y yo. – Dijo el menor.

– Ok... sólo buscarme uno que esté bueno. Soy Puckerman, no me vale nada que no sea un 10...

– Un 10 en una escala de 100... eso va a ser fácil. – Bromeó Rick

Pasaron toda la tarde separados y cuando llegaron a casa todos cenaron y se fueron a dormir, dejando a la pareja sola. Los dos estaban sentados en el sillón pero ni siquiera se tocaban.

– Blaine... ¿Estamos bien? – Preguntó Kurt.

– ¿A qué te refieres? – Quiso saber el moreno.

– Nosotros, nuestra relación... ¿Cómo te sientes? – Insistió el castaño.

– ¿Quieres que sea sincero? – Preguntó el menor.

– Si, por favor. – Suplicó el ojiazul.

– Me he sentido presionado por ti, me has hecho elegir, me has tratado como si no te quisiera... – Dijo el más bajo.

– Lo siento, es que tengo miedo. ¿Y si conoces a alguien? ¿Y si te olvidas de mí? – El mayor estaba a punto de llorar.

Blaine no dudó ni un segundo y besó a su novio de manera dulce.

– Nunca, escúchame – levantó el rostro de Kurt de manera que se miraran a los ojos. – Nunca me olvidaré de ti. Te amo.

– Yo también te amo. – Se volvieron a besar. Las manos de los dos comenzaron a recorrer el cuerpo del otro y los besos se volvieron más necesitados. El castaño metió las manos por debajo de la camiseta del menor y tocó el bajo vientre de su novio.

– ¿Podríais esconderos para hacer eso? – Los interrumpió Finn que había ido a buscar un vaso de agua.