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       La rubia miro por segunda vez al albino que estaba frente a ella,no era Subaru o alguno de los tantos vampiros que convivían usualmente con ella...ni cerca,pero,al parecer se llevaba de manera pacifica con estos al punto de que cuando lo vieron parecieron sorprenderse un poco y el segundo hijo de la familia aliviarse enormemente.

Ahora mismos estaban todos los Sakamaki y aquel hombre reunidos en la sala de entrada,los trillizos miraban con una sonrisa a este y Subaru solo permanecía a su lado mirándolo de reojo con atención a sus movimientos y facciones.

-- D-disculpen,¿Que clase de relación tienen? -- Pregunto la rubia rompiendo el silencio de unos...¿10 minutos? ¿15 minutos? Bueno,no interesaba,el punto que habían sido los minutos más incómodos para todos.

-- ¿Que te importa,Chichinashi? -- Dijo el pelirrojo volteando a verla,con una sonrisa arrogante -- Solo te tiene que importar que Ore-Sama este aquí. -- Hablo auto-señalandose a si mismo.

-- Ayato,no creo que esos sean los modales que trate de enseñarte hace siglos. -- Suspiro algo cansado por el comportamiento del menor de los trillizos. -- ¿Acaso no sabes como se le dice a una mujer a pesar de ser una presa...?

     Ayato sintió un escalofrío al oír la voz extremadamente seria de aquel albino de ojos azulados,si bien el albino había pasado siglos tratando de educarlo para que al menos una de las 'novias' de sacrificio se fijara en uno de sus sobrinos al menos,este no le hacia caso e ignoraba las palabras.

-- No le das ordenes a Ore-S-

-- Ore-Baka. -- Interrumpió el mismo causando una risa en el mayor de los trillizos ante el apodo colocado a su hermano menor Ayato.

-- Are are,Tío,hace mucho no te veíamos por aquí. -- El castaño de fedora se acomodo un poco la ropa acercándose al albino -- Sinceramente ya comenzaba a extrañar tu peculiar sentido del humor cruel hacia Ayato-Kun. -- Río por lo bajo causando que el de cabellera rojiza gruñera.

-- Laito,no es cruel,lo haces sonar mal y tampoco es sentido del humor. -- Se acerco a Laito y le acomodo correctamente la fedora causando que el castaño resoplara como un niño pequeño -- Es la disciplina que le falto desde joven a este enano de cabello menstruación. -- Se cruzo de brazos llevando una mano a su mentón negando con la cabeza como si se lamentará.

-- Oye! No me digas así! M-mi cabello esta perfecto tal y como es!! A-a muchas personas les gusta y les encanta!  -- Reclamo el de cabello rojizo mientras que parecía entrar en un ataque de histeria desesperado.

     Este ignoro el ataque de Ayato,acercándose a la joven de bellos orbes rosados - Los cuales eran bastante curiosos y peculiares a su parecer -. Una vez estuvo a diminutos centímetros de ella la miro de arriba a bajo aprovechando su altura - Ya que el no era precisamente bajo,media 1.88 c.m,casi tan alto como cierta persona - .

-- Creo que usted y yo ya nos habíamos visto,en las tumbas de ellas,verdad? -- Sonrío de forma ladina mirando a la chica,quien lo miro a los ojos sonrojandose con levedad.

-- Si,usted estaba allí y yo iba pasando. -- Asintió algo intimidada por la mirada severa de este albino,quien le era desconocido,en todo ese tiempo jamás lo había visto ni siquiera pasar por allí.

      El albino mayor de ojos azulados soltó una pequeña risita,recordando cada cosa de ella de hace unos días cuando se vieron por primera vez...o al menos ella lo vio por primera vez,en la tumba de aquella mujer que alguna vez lo cautivo y lo cegó causando que cayera en las patéticas redes que los humanos nombraron 'amor'.

-- Ya veo,pero,supongo que Yui no lo conoce y,conociéndolo a usted,ni siquiera sabe su nombre... -- Suspiro el segundo hijo de la famlia Sakamaki interrumpiendo el ambiente de estos dos,algo incomodo por el olvido de este -- Yui,este es nuestro tío...*Amón Sakamaki.

No Me Sueltes Por Favor | Yui KomoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora