El hombre con interior de bestia

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Me muevo incómoda por sentir humedad en mi rostro, unas manos fuertes me detienen, abro los ojos lentamente, temerosa me quedo mirándole.

- H-ola... * mi voz es tan bajita que creo que no me escucho, sigue viéndome, pareciera que quiere comerme,  baja su cabeza a mi pecho, respiro agitada, alcanzo a notar una sonrisa maliciosa*

- Miedosa, pequeña miedosa.

*respingo molesta, sé que soy miedosa pero no me gusta que me lo digan así , de nuevo intento moverme, solo que lo único que ocasiono es que me muerda fuerte el pecho izquierdo, doy un pequeño gritito por el dolor, escucho que gruñe, ¿A caso es una bestia hecha hombre? *

- P-por favor señor...

- Cállate.

*Me quedo observándolo pero es tan pesada la intensidad con que me devuelve la mirada que cierro los ojos*

- ¿Por qué llorabas? *serio y curioso* 

*Vuelvo a abrir los ojos y dudo en hablar*

- Contesta cuándo se te pida. *voz molesta*

-No es algo que a usted le importe.   * digo desafiante y él enarca una ceja por mi respuesta*

* Se levanta enojado, va desnudo directo al sofá, toma el albornoz, se lo pone y se sienta, se me queda viendo pensativo*

- Levántate ahora mismo y vete a bañar, agradece tu impertinencia al hablarme cómo lo hiciste por que eso a ocasionado que seas mía por completo, *pausa* hazte a la idea que esté será tu  nuevo hogar o cómo gustes llamarle pequeña.

*Me envuelvo en la sabana y me dispongo a ir directo al baño* 

- Ve desnuda, ya conozco todo. 

*Tiro la sabana molesta y voy directo a bañarme,  abro la regadera, pongo mis manos en la pared, siento el agua helada y luego se va sintiendo tibia hasta llegar a muy caliente, mi piel se pone roja solo que no me importa por que pareciera que mis lágrimas queman más, salen rabiosas, no quiero estar aquí... me dejo caer al suelo, me hago bolita y dejo pasar el tiempo. *

*Me siento adormilada...  me gana el sueño, que me abandono por completo, escucho a lo lejos que alguien toca la puerta impaciente pero no importa*

- ¿Pequeña, por qué tardas tanto? Sal ahora mismo!! *grito enojado*

*Abro y me la encuentro en posición fetal en la regadera, tanto le afecto lo que le dije?, es débil aún, va a ser más complicado enseñarle a ser mi esclava...  cierro la llave y la saco para llevarla directo a la cama, la siento temblar en mis brazos, es tan complicado para mi ser más flexible con ella... no puedo ser bueno, eso es ser un idiota... me costo tanto comprender que ser un blando con los demás sería mi perdición, no puedo cometer el mismo error cómo con... ella...*

*Soñando* 

*  Vuelvo a estar en la casa hermosa, llena de flores, otra vez estoy mirando a la señora sonreírme y pedir que me quede a hacerle compañía, y de pronto solo es oscuridad, todo empieza a borrarse y ella me mira con tristeza... no fue mi culpa... no lo fue... por favor créeme se lo suplico, escuchó que repite: toma tus cosas y márchate antes de que lleguen, hazlo pequeña,  no dejo de temblar*

- Pequeña... despierta... hazlo... *la muevo intentando despertarla del sueño, algo la atormenta, tengo curiosidad de saber que le pasa, solo que es algo que no debe importarme en absoluto.*

*Despierto obligándome, trato de alejarme, jalo las cobijas intentando cubrirme*

- No te acerques... no... *digo con lágrimas empapando mis mejillas y lo miro temerosa*

Master & slave: la pequeña rosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora