Cree en mi 1

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Como todas las mañanas dejé mi café en el escritorio para redactar mi nueva crítica sobre el nuevo estreno de un libro prometedor, no sabía bien por donde comenzar y estaba mirando los autos pasar desde mi oficina, me gustaba la tranquilidad de Louisville podía caminar o usar mi bicicleta para movilizarme hacia todos lados, como buena escritora uno de mis pasatiempos favoritos era crear las posibles historias de la gente que transitaba por la calle.

-Mariana - Dijo Mía una de mis compañeras de trabajo - tu teléfono está sonando hace casi 10 minutos - agregó con una sonrisa, ¿Mi teléfono puede sonar tanto sin que me diera cuenta? regresé la sonrisa y lo miré -

-Mi madre - sonreí, tenía 5 llamadas perdidas de ella, un poco inusual porque sabía que no me gustaba que me molestara cuando estaba trabajando, regresé la llamada, pero no contestó a la primera -

-Quiero leer esa crítica - sonrió Mia, ella sabia que lo estaba trabajando hace unas semanas -

-Supongo que mamá, el jefe y tú están muy ansiosos por leerla - agregué poniéndole un poco de humor a la situación, éramos una pequeña revista para la gente que vivía en la zona, pero yo estaba bastante feliz con el trabajo y la tranquilidad -

-Me gustaría ser el 30% de lo ordenada que eres, cómo haces ? - se reía mía mientras luchaba con los papeles -

-Es mi deber como escritora, siempre mantener todo ordenado, igual es una cosa de costumbre querida - respondí mientras trataba de comunicarme con mamá, no sé porque no podía lograr - Aló?

-Hola mi amor - inmediatamente me di cuenta que estaba nerviosa - ¿Estás en el trabajo? - ¿Por qué me estaba haciendo una pregunta tan obvia? Ni siquiera me dejó responderle - Escúchame, necesito que pidas permiso y te vengas ahora a casa, es una situación delicada que no puedo hablar por teléfono - inmediatamente pensé en mi papá y todas las imágenes horribles que tenía en la cabeza por su culpa -

-Me asustas un poco mamá - se me apretó el estomago - Voy ahora

Mía me miró sin entender mucho de lo que estaba pasando, guardé mis cosas en el maletín, luego fui donde mi jefe y expliqué vagamente lo que pasaba yo tampoco entendía mucho, bajé por las escaleras y tomé mi bicicleta de regreso a casa, hoy el paso fué mucho más rápido porque estaba realmente nerviosa. Cuando abrí la puerta estaba mamá sentada con un señor de unos 38 años, muy guapo de unos intimidantes ojos azules.

-Buenas tardes - dijo él bastante gentil, me dió la mano y luego un beso -

-Buenas tardes - respondí sin entender su presencia - Mariana - el asintió como si me conociera perfectamente, miré a mamá pero ella estaba un poco perdida, cuando tomé su mano estaba temblando - Me puedes explicar qué pasa?

-Él es Nicolás Vázquez - comenzó por fin a explicar, levantó la mirada - Es un agente - pensé en muchas cosas vinculadas a la palabra "agente" - Mi amor - me tomó la mano - se abrió el caso de los criminales que mataron a tu padre, me acaban de informar que vos eres parte de la lista de testigos - comenzó a quebrarse, yo inmediatamente cerré los ojos y vi esa imagen de nuevo - presencial, hasta que se lleve el caso tienes que... - no pudo seguir y miré a Nicolás "el agente" -

-Mariana, lo que tu mamá quiere decir es que hasta que se lleve a cargo el caso mi deber es protegerte - era mucho más grave de lo que pensé - hasta ahora nadie vino por ti, debido a que no había nada formal presentado, ahora tu nombre está lamentablemente vinculado - me dieron tanta información en un solo minuto que sentía que la cabeza me iba a explotar -

-No entiendo que significa - miré a mamá una vez más-

-Significa que tu vida corre peligro - dijo Nicolás seguro, parecía "un agente" con experiencia- necesitamos salir de acá por un tiempo, es una ciudad muy pequeña te van a encontrar con mucha facilidad

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