Una pequeña tristeza, siempre al final.

21 1 0
                                    


-¡JODER!- Me había despertado muy exaltada. Un camión había sonado su bocina en frente de mi casa - ¡¿Que no pueden molestar en otro lugar?!- Me levanté y abrí las cortinas, había un sol súper brillante y un cielo azul. Tendría que salir en la tarde a ensayo. Este día me ha animado. Ya no me importaba el camión que me despertó. 

-Son las 9:37am... Tengo tiempo para dormir un poco mas, pero ya que- Bajé las escaleras hasta la cocina, ahí estaba mi madre, la salude como todas las mañanas.

-Buenos días, madre- La vi y le di un beso en la mejilla.

-Buenos días, Jade. Has despertado temprano hoy- Ya todo el mundo sabía entonces que me levantaba algo tarde. A lo que respondí. 

-Si, es que un camión acaba de explotarme los oídos...- Reí al decir eso- ¿Dónde está papá?-

-Debe estar afuera, anda a saludarlo- Salí al frente de mi casa y vi a mi padre.

-Hola, Jade. Buenos días- Me abrazó.

-Hola papá- Había recordado que ayer me había conseguido al chico que se río por mi voz, Christian - Oye, ¿recuerdas aquel chico que... hace unos años se había reído por mi voz en el centro de San Felipe?- Mi padre trataba de hacer memoria. 

-Pues, creo que si...¿Por qué lo dices?- Reí al escuchar eso.

-Pues me lo encontré ayer, me reconoció- Reí y le sonreí. 

Mi padre me miró extraño, como si supiera algo. No le presté mucha atención a eso... Entré de nuevo a la casa, desayuné y me di una ducha. Me arreglaba para salir a mi ensayo en la orquesta.

No era ningún caso formal, así que, me puse mis blue jeans, camisa y mis botas. Ya estaba lista. Tomé mi bolso, dinero, un lápiz y mi teléfono. 

Caminé a la parada de autobuses, me quedé esperando un largo rato. Por fin pasa uno, subí a el, me senté y me puse mis audífonos. Cientos de canciones de diferentes bandas se reprodujeron. 

He llegado a mi destino, ¿ahora que?... Caminar. 

-He caminado esta calle por ya tantos años- Pensé... Amaba este camino. Me llegan tantos recuerdos a la mente. Risas, cuentos, ocasiones, amigos, hermanos. 

Llegué al conservatorio de música. Amo este lugar. 

-Buenas tardes-. Dije al entrar.

Subì al centro de acción social por la música. Un lugar inmenso, muchos musicos, muchos sueños, sentimientos... Cuanto adoro pensar eso.

Entre al salón de ensayos... Había ruido, demasiado. Todos los chicos tocando como locos y hablando. Al parecer mi director no ha llegado. 

Deje mi bolso y fui a buscar mi Fagot a la oficina. 

-Buenas tardes, señora Luisa Elena- Luisa Elena es una señora muy linda, alta, cabello castaño oscuro y grandes lentes.

-Buenas tardes, señorita Jade- Me sonriò e hice lo mismo. Agarrè mi fagot.

-Hey, ¿Que haràs hoy?- Me preguntò la señora Luisa E.

-Pues, ensayar ¿No?... Hoy tenemos que ensayar la 12va Sinfonìa- Dije algo extrañada. 

La señora Luisa E riò -Hoy no tienen ensayo, pequeña... Al parecer no te ha llegado mi mensaje. Habìa avisado eso con tiempo- Al escuchar eso respirè profundo. Ahora no tendrìa nada que hacer en toda la tarde. 

Por un momento recordè... Christian. Tengo su nùmero de telèfono. 

Busquè mi mochila y mi celular, marque el numero. 

RouletteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora