Reencuentro ❀ KaiSoo

❀ Nostalgia

.

🌠

Lo extraña, lo extraña tanto que duele.

Aunque KyungSoo se comporte como el mismo chico de siempre cuando sale de su habitación a hacer sus rutinas diarias, a enfrentar el mundo junto con sus compañeros de piso; lo cierto es que justo en ese momento, cuando permanece en su cuarto con la puerta cerrada aunque siempre sin seguro, se siente un poco solitario.

Y es que si se gira de un lado al otro puede observar a JongIn en cada rincón del pequeño cuarto, dándole una sonrisa encantadora o quizá un ceño fruncido cuando su opinión no concuerda con algún comentario que haya hecho.

Y no le importaría lanzarse a una pelea con el moreno en ese preciso momento con tal de verlo en aquel lugar, pero sabe que eso es prácticamente imposible porque el muchacho de piel nacarada está a demasiados kilómetros de ahí.

JongIn ha estado en Japón por días, semanas que prácticamente se han convertido en meses para él, en una eternidad si es que se lo llegaran a preguntar, aunque claro que KyungSoo no respondería a ello. Simplemente esbozaría el atisbo de una sonrisa y bajaría la mirada un poco contrariado porque tiene que aparentar.

Extraña a su novio, en demasía. No puede evitarlo, por eso decide convertir aquel pequeño dormitorio en su búnker personal, en su refugio hasta que él se decida a tomar un maldito avión después de una larga jornada de trabajo.

KyungSoo avanza con tranquilidad hasta el pequeño armario que comparte con el moreno y observa sus camisetas que no tienen absolutamente nada de especial. Niega en silencio mientras se lleva una mano a la cabeza, pasando sus dedos albinos por sus negros cabellos mojados aún porque no hace mucho acaba de terminar de ducharse.

No puede evitar soltar un suspiro y dirige casi por inercia la mirada al pequeño sillón donde JongIn ha dejado su camisa blanca de manga larga, esa que es una de sus tantas favoritas, porque en secreto KyungSoo piensa que todas y cada una de ellas lo hacen lucir más apuesto de lo normal. Y le encanta observarlo con ellas puesto, contrastando su piel morena casi con perfección.

KyungSoo no lo piensa más y se dirige hacia el rincón y toma entre sus manos la camisa que es un poco grande para él, y sin inmutarse se la pasa por los brazos para terminar de colocarla sobre su cuerpo.

Sonríe porque como era de esperarse, le queda más larga de los brazos o quizá de todos lados, porque aunque sus diferencias de estatura no sean descomunales, si marca la diferencia. KyungSoo se abotona la camisa uno a uno, optando por dejar unos cuantos  sin abrochar al final, le gusta dormir así, con el aroma de JongIn rodeando su cuerpo en su ausencia, como si con embriagarse de su perfume corporal fuese a hacer que de alguna manera el moreno estuviese ahí con él.

KyungSoo se tumba sobre la cama con solo la camisa y su bóxer, rodando unas cuantas veces hasta quedar completamente boca abajo, haciendo un puchero con sus labios de corazón mientras acomoda el mentón sobre la almohada y observa sobre la mesita de noche su celular con curiosidad.

No hay luz de notificación alguna desde hace un par de horas y eso le pone un poco nervioso, porque es demasiado tarde y JongIn debería estar ya en su habitación del hotel, hablando con él antes de dormir, como han hecho la mayoría de los días desde que tuvo que partir.

El bajito suspira resignado porque no puede llamarlo, debe ser paciente a que él sea quien llame para no interrumpirlo si es que aún está en el lugar de rodaje, trabajando.

Él había terminado de rodar su próxima película hacía unas semanas y ahora tenía demasiado tiempo libre comparado al año anterior, por lo que aprovechaba su tiempo para poder seguir aprendiendo de las artes culinarias.