Estaba tarde. Agradecida de que sólo era por unos minutos así que podía deslizarme por la parte de atrás sin que la clase lo notara. Discusiones llenaron todo el tiempo la sala sobre leer y sobre el ensayo en paraje de la semana que viene. Mire hacia atrás y hacia adelante al reloj por los últimos 15 minutos, buscando escapar de la sala llena y de las preguntas sobre la asignación que hacen que mi estómago se encoja. No lo he empezado, y el hecho de que algunas personas ya van por su segundo borrador hace que pese en mi y más aún de aquellos alumnos menos estudiosos.
Salgo y me disparó por las pobres piernas que siguen, las cuales se van por el piso del corredor el cual es un maravilloso lugar para esperar por el seminario de arte a empezar. No debería quejarme ya que soy la primera en caer por la pared y furiosamente leer los artículos asignados que debería haber completado días antes.
Estaba apunto de tomar las escaleras al primer piso cuando una risa familiar hace eco en el final muerto donde las máquinas expendedoras están rodeadas por estudiantes hambrientos. El esta llevando el mismo gorro azul marino de Navidad que le he visto las últimas semanas.
"James"
El rubor de sus mejillas me hace sonreír porque significa que el también estaba tarde al levantarse y la barra de chocolate que ya está a la mitad es su desayuno. Su cabello color arena no se mantiene en el gorro y se escapa por los lados, un "accesorio a la moda", más que algo que el se ponga mientras corre a clases.
"Disfrutaste correr esta mañana?" Le pregunto.
Mi tomo es de burla, pero no estoy en posición de sacar burlas verbales.
"Fue más como trotar" el sonríe.
"Tiene clases ahora?" Le pregunto.
"En unos minutos, tengo a alguien que me va a guardar un puesto. No me voy a sentar al frente de nuevo"
El intenta abrazarme, llegando a punto en el que su chocolate está en mi oreja. A pesar de las dudas que Tiff había plantado en mi cabeza, estoy feliz de verlo. Lo estoy. El es un poco tonto, en una rara forma de no-me-importar-si-no-es-la-temporada-yo-quiero-usar-mi-sweater-de-Navidad. Tiene una extraña marca formada justo abajo de la esquina de su ceja derecha; una consecuencia de desafiar la gravedad cuando el tenía 7 años y cayo de un árbol. Las palabras de James corrieron junto con su boca, llenandose de un incómodo silencio antes de ser aplastado por personas irritadas con sus libros. El no es como lo que estoy acostumbrada, no hay problemas de los cuales trabajar, no hay horribles esqueletos escondidos en el closet, y eso debería ser cómodo para mi. Pero hay algo que todavía no se ajusta al lugar.
"Oh, mientras te tengo conmigo"
James continua, aún acercándonos los dos. "Quieres salir este sábado?"
El se ríe mientras retrocedo lejos, usando su lados cosquilludos para liberarme.
"Perdón, no puedo. Voy a casa por este fin de semana. El dueño de la tienda de música en la cual solía trabajar me llamo el otro día, el dice que esta desesperado por alguien"
"Ese no es tu problema" el gime, empujando aún más su gorro.
"El es un amigo"
Unos de los amigos de James lo esta llamando para que se apure por la puerta abierta del seminario. El tutor no está aún, pero supongo que llegará en dos minutos.
"Cuando regresas?"
La barra de chocolate se terminada y puedo sentirlo deslizar la envoltura dentro de mi bolsillo trasero.
"O el domingo en la noche o el lunes en la mañana"
El suspira fuertemente, inclinándose en la pared y arrugando sus labios.