Primer dia

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Esta mañana hubiese comenzado con 100 Flexiones en el suelo y un batido de protehina con toda clase de cosas que uno podia encontrar normalmente en mi nevera, pero no fue asi. Desde que mi padre tuvo que regresar al ejercito y mi madre decidio casarse nuevamente me habia resignado a la aburrida y covarde vida de una chica normal que ahora en este instante se alistaba para ingresar en su nueva escuela. Camine por los atareados pasillos de una escuela mezquina con casilleros reforzados y la misma aura de dulces prohibidos y maquillaje no permitido que le recorria diariamente, caminaba con la misma seguridad con la que lo hacia en el pequeño colegio militar en el que nestaba justo cuando habia entrado a la primaria, oviamente nadie entenderia el que se siente pasar de una pecera a un profundo oceano de posibilidades y peligro.

Despues de instalarme en el reducido salon de 4x4 mis ojos se encontraron con un par de castaños medio amarillentos sonrientes en forma de cachorro triste junto con una sonrisa que me dio el animo de hablar.

—Buenos dias, mi nombre es...—

—Te conozco, eras la chica zombie que venia de camino aca, iva a pedir tu compañia pero entonces no me viste y seguiste adelante, mucho gusto mi nombre e Judith—

—oh! Ja,ja,ja por supuesto quize adelantarte tenia un poco de miedo pero eso ya paso, soY Jen Gisso—

La chica de cabellos rojizos sonrio nuevamente mientras se instalaba en la mesa siguiente junto con la dulce melodia juvenil, para despues tomarme de la mano y correr por los pasillos hasta llegar a un grupo de bancos casi ocupados.

—Aqui— exclamo vigorosa mientras se sentaba en uno de ellos —aqui podemos hablar mejor chica del espacio— 

Decidi seguirle el juego y fue entonces como comenzamos a hablar y a reir, la chica de cabello rojo y liso me habia hablado sobre un par de cosas que necesitaba saber del lugar, nada fuera de lo comun mas que los viejos rumores de la fantasma en el baño o la comida en mal estado de la cafeteria.

—Jen Gisso, buen nombre, aunque bien— exclamo mientras reia — no me imagine que fueras a mi clase— se sonrio a si misma mientras observaba la delicada y delgada figura de mi cuerpo.

—Judith Oswell, muy grande para estar en la mia— le replique con sarcasmo antes de que un extraño escalofrio me recorriera a la vez que la borrosa figura de uno de los docentes se hiciera presente frente nuestro.

—Bien, bien que tenemos aqui ¿todo bien señoritas?, espero que esten preapradas para unas cuantas preguntas en ingles— exclamo con una sonrisa mientras la potente voz de Judith se hizo presente con un peculiar reclamo.

El terriblemente alto y agradable maestro siguio con la requiza no sin antes pinchar una de mis mejillas con cierto encanto extraño.

—¡Valla Maestro! fuera de maricon e irrespetuoso tambien es acosador—Reclamo Judith entre risas mientras me dava suaves palmaditas en la espalda.

—Me resigno a esto— sonrei —pero por tu cara hubieses deseado estar en mi lugar—

—¿Yo?, hey lo dudo pero mejor vamos a clase ya me incomode— 

Fuimos al salon de clases nuevamente, el viejo y desordenado con lozetas blancas y azulejos desgastados, con el esqueleto de plastico y el tablero de tizas colgando en la pared, todos los demas se sentaron en sus despectivos puestos y la clase comenzo...


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⏰ Last updated: Aug 26, 2017 ⏰

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Mi pequeñaWhere stories live. Discover now