Una pequeña idea revolotea, como muchas otras, en tu cabeza. Sigues haciendo cosas con normalidad sin ni siquiera darte cuenta de su presencia.
Demasiados pensamientos a la vez... algunos alegres... otros tristes... otros simplemente están ahí ocupando sitio...
La pequeña vaga y vaga intentando hacerse paso a través de los demás. Mas es en vano pues algunos son demasiado fuertes...
Cansada, deja de avanzar y los demás pensamientos la vuelven a ocultar... -no será el momento- piensa la pequeña mientras se pone a descansar...
Los días pasan y la pequeña idea sigue descansando escondida...
Otro día llega... nuestra pequeña despierta de nuevo -puede que hoy sea el día- piensa mientras comienza a moverse a través de otras ideas y pensamientos...
El camino no es fácil... pues a algunos pensamientos les damos demasiado poder... sin embargo no se rinde y sigue haciendose paso.
A medida que avanza crece y crece hasta que de repente en nuestra cabeza claramente aparece como si una bombilla se encendiese...
Ahí está... la inspiración... largo tiempo la has buscado... mas es ella quien te ha encontrado...
La inspiración no es realmente algo que puedas buscar... sino más bien algo que solo suele llegar...
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