¡Kook esas cartas no eran para ti! [Yoonmin]

01

—¡Listo! ¡Tomo rato de mi invaluable tiempo pero termine!—miro divertido su obra maestra y la tanteo con los dedos—. Ahora a esperar que funcione.

Yoongi estaba orgulloso de si mismo, Jimin era su vecino desde hace unos meses y solo habían cruzado miradas, y unos cuantos "buenos días" o "buenas noches".

La tímidez no era una buena palabra para describir a Yoongi, pero ver los ojos de Jimin volverse una raya acompañada de una leve risita hacían en el una mezcla de emociones, cosa  que llegaba hasta irritarlo.
Es decir, ¡ni siquiera se sintió así cuando mataron al personaje favorito de su serie!

Mientras almorzaba con su madre, esta hizo cara de pocos amigos cuando el le conto la manera en que se empezaba una relación amorosa hoy en día, diciendo que a ella su padre la conquisto con un ramo de flores, ¡pero eh! no uno cualquiera, el señor Min tuvo la magnífica idea de poner todas las flores que se cruzaran por su camino y que podía comprar, dando como resultado unas 300 flores todas de distintas especies ; una carta, que en resumen tenía cosas cursis, y—lo mejor de todo— un enorme pato de peluche.

Así que, si alguien puede conquistar a una persona con un pato gigante ¿porque el no podía hacerlo a través de cartas?

Si, era anticuado,pero le importo tan poco que hasta el mismo se sorprendió.

—¿Lo que te hace el amor no?—se dijo en tono burlón.

Todo saldría según su plan,lo único que le preocupaba, solo un poco, es que a la izquierda de Jimin  vivía un chico algo raro, tal vez de la misma edad y bastante simpático, y para mejorar las cosas, muy amiguito de Jimin

—Por favor,—pidió mirando al cielo en un suspiro— no pienses que soy el rarito.

Yoongi saco la carta de su pecho y la metió rápidamente al buzón mirando hacia los lados y haciéndose el desentendido.

Lo bueno de que la familia de Jimin aún fuera tradicional es que conservaban su buzón.

—¡Me lo imaginó todo! ¡Tu y yo en nuestra boda! ¡Con mis suegros! —cerro los ojos con fuerza—¡Ah! y Jungkook.

Mientras que Yoongi planeaba a quien no invitaría a su boda sintió unos largos dedos fríos tapar sus ojos bruscamente.

—¿Hablabas de mi hyung?—preguntó una voz emocionada.

—¡Kook!—respondió avergonzado mientras intentaba zafarse de esos dedos foráneos.

—¡Lo haré cuando digas porque hablabas de mí!

—¡No eres el único Jungkook de este mundo!

—¡Pero si el único que conoces!—contesto haciendo un poco más de presión con los dedos.

—¿Podrías explicarme porque entre tantos niños la familia Park tuvo que adoptarte?

—¡Es el destino hyung!—respondió dejando en paz los ojos de Yoongi— O quizás porque era el más lindo.

—Si,y yo soy Usain Bolt— ironizó.

—¿Visan Tol?—arqueo la cejas.

—Pues parece que por inteligente no fue.

Jungkook sonrió nervioso dejando expuestos sus dientes de conejo, esos que Yoongi encontró graciosos la primera vez que Kook fue a su casa a presentarse "formalmente" como su nuevo vecino.

—¡Es broma claro que se quien es!

—Te escucho.

—El hizo... ¿Twitter?—Yoongi aguantó una carcajada.

— Kook,¿tienes internet?—el chico no era tonto, solo un poco despistado.

—¡Pues obvio!¿No viste que te seguí en Instagram?—despeino el cabello del mayor.

—¿Y tu viste que te bloqueé?—Jungkook lo miró con ojos de tristeza—Es broma niño— despeino también a Kook, jurando que al llegar a casa lo primero que haría sería desbloquearlo.

—Hyung me gustaría hablar más, pero tengo que almorzar—se quejo—¡Espera!¿No quieres venir? ¡Estoy seguro que mi casa te encantará!

—¿Jimin esta?

—¡Nope! Creo que fue a comer con Taehyung ¿porque?

—¡Por nada!—fingió poco interés— Bueno,mi madre no esta y no tengo nada entretenido que hacer—se detuvo a verlo—y no es que tu lo seas—Jungkook le mostró su dedo medio— pero aceptó.

—¡Uy,si!¡Como si no quisieras ver mi casa!— Yoongi rodó los ojos.

—¡Apura tengo hambre!—ordeno tomando la delantera hacia la puerta.

—¡Por cierto! ¿¡Qué hacías tan cerca de mi casa!?—pregunto en un grito el menor, ya que Yoongi vivía al frente de ellos.

—¡Veía mi casa desde este ángulo!—invento—¡Apurate que no pienso tocar la puerta!

—¡Pero esperame!—corrió hacia Yoongi quien ya se encontraba encima del tapete de bienvenidos y golpeo su hombro—¡Eres rápido!

Yoongi coloco la mano en su cintura y antes que pudiera decirle —otra vez— que el era Usain Bolt la puerta se abrió, revelando a ese hermoso chico, ese que hacia que a  Yoongi solo le quedara sonreir por lo bajo.

—¡Jiminie!