Prólogo

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No podía parar de reírme, me estaba divirtiendo con aquel individuo, le daría lo suyo.

-Hey ¿en qué piensas?

-En lo guapo que estás sonriendo -dije eso con una gran sonrisa y las mejillas rojas de tanto reírme.

-Tú también tienes una sonrisa muy bonita, más que la mía diría... ¿sabes? Podríamos divertirnos más.

-Me gusta la idea -ya tenía demasiadas ganas, hacía días que no lo hacía.

-Acompáñame entonces -me agarró de la mano para llevarnos a su habitación.

Hacía dos meses que conocía a este chico, ya era hora de conseguir lo que quería. Me besó pero en el momento en el que la puerta fue cerrada paró en seco y empezó a toser sangre, creo que me pasé con la profundidad de la puñalada, no sabía que una navaja podía hacer tanto. Empecé a lamer la sangre que le caía por la barbilla, deliciosa.

-¡No puede ser! -grité totalmente asustado -Otra vez con una pesadilla así...

No había hecho nada más que empezar.

Mad HatterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora