El monstruo de cristal [ChanBaek]

Luz

Los monstruos existen. No son criaturas deformes con dientes puntiagudos y pupilas completamente oscuras, no son sombras silenciosas que se esconden debajo de la cama ni niñas malditas de pelo largo.

Los auténticos monstruos son los que están con nosotros, a nuestro lado. Visten con ropas normales y tienen rostros humanos, casi atractivos. Tienen una sonrisa de dientes blanquecinos y ojos brillantes y cuando los miras puedes hasta sentir admiración por ellos. Los auténticos monstruos son los que no lucen como tales.

Conocí a Park Chanyeol cuando el mundo se iba a la mierda, cuando las calles se llenaron de cadáveres andantes y la gente no hacía más que morir, uno detrás de otro como moscas.

Lo conocí cuando la muerte me asechaba de la forma más cruel posible y nunca pensé que llegaría el día en el que estaría en deuda con él.

Solo era un chico de 20 años, un huérfano más y otro superviviente gracias a mi suerte. Luego de perder a toda mi familia decidí valerme por mi mismo y viajar solo por las ciudades, descubrí que la soledad podía llegar a ser una ventaja y no necesité más que un par de linternas, un cuchillo y dos pares de rifles para abandonar a mi grupo.

Había llegado a aborrecer la compañía de la gente, imaginarlos convertirse algún día en cadáveres andantes me daba repulsión y por eso me alejé poco a poco de ellos.

Quizás la causa del porqué acepté a Chanyeol al principio como compañero fuera porque no me daba pena imaginarlo muerto, con media cabeza abierta y la boca llena de sangre y carne en putrefacción. Se trataba de alguien tan frío, tan indiferente a lo que pasaba a su alrededor que no me importó.

Qué equivocado estaba.

La historia de como nos conocimos carece de nada extraordinario. Yo me encontraba en una situación difícil, mi triste vida estaba en peligro y él llegó en el momento exacto para salvarme. Aún me pregunto qué hacia allí en ese momento, si es que estaba siguiéndome desde hace mucho o solo fue simple coincidencia, pero en el momento en el que tuve a esos dos zombies encima y sin ninguna arma cerca, sabía que ese iba a ser mi último aliento si nadie hacía nada.

No sentí miedo en ese momento, a veces aún me pregunto si es que realmente deseaba morir.

Pero hasta la muerte parecía apiadarse de mí en aquellos tiempos. En un abrir y cerrar de ojos, tenía el bate que utilizaba Chanyeol a centímetros de mi rostro, lo había hundido tan hondo en la cabeza del muerto que partió la cabeza por la mitad.

En ese momento no dijo nada, pero en sus ojos pude ver como disfrutaba ver mi rostro manchado de sangre.

—Levántate y sígueme. —Se limitó en decir cuando se dio la vuelta y reanudó su paso.

Y al escuchar sus palabras, no dudé en arrancar a correr hacia el camino apuesto al que cogió él.

¿Será verdad eso que dicen, que los humanos huimos de los monstruos por naturaleza?

*****

Nunca comprendí el interés que mostraba en mí, pero sin duda superaba con creces al interés que le mostraba al resto de la humanidad que aún seguía medio vivo.

—Quizás estemos destinados a ser los únicos supervivientes, Baekhyun.—Solía decirme y yo me negaba a creerlo.

Aunque en nuestro primer encuentro huí de él, de alguna manera nuestros caminos volvieron a encontrarse y eso le daba cierta credibilidad a sus palabras.

Él no pareció en su momento enfadado delante del hecho de que no hiciese caso a sus palabras ni tampoco que no le haya agradecido que me haya salvado la vida.