El Mensaje

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Técnicamente todo Ustard y los pueblos cercanos estaba rodeando el palacio del rey, algunos por la duda de que traía el mensajero y si serian importantes sus palabras, otros buscaban consuelo por la misteriosa desaparicion de Aurora esperando a que "El Bendecido Por la Luz" les dijera algo que los tranquilizara.
A mi lado estaba Paflax, sus ojos rojo sangre estaban abiertos completamente esperando con ansias una respuesta de alguna de las dos cosas. Yo por mi parte esperaba a que alguien saliera del palacio y dijera algo. Los murmullos cesaron de forma brusca, alguien habia salido y seguro era el rey.

-Ciudadanos de Ustard, no temais a los recientes sucesos, Aurora se a atrasado y eso es todo-las voces y preocupaciones desaparecieron.-pero... sin embargo un suceso aun mas macabro ah sido llevado a cabo en el sur...-su voz parecio quebrarse como una rama ante una devastadora tormenta-. La ciudad sureña de Citos, La Fortaleza Impenetrable... ah caido.-los murmullos y gemidos de terror no se hicieron esperar- Calmaos Habitantes de Ustard, no todo es tristeza, todos los reinos del interior de Micrea hemos decido tomar accion ante este suceso. ¡GRUT!-un hombre vestido como un emisario con los tipicos ropajes.-hablales de lo que visteis en Citos...

-y... yo...-el sujeto de hizo de piedra al oir esas palabras y su boca apenas podia moverse con normalidad- Yo los vi... eran cadaveres sobre la tierra... arrasaban con todo lo que se cruzaban... sin ningún tipo de piedad... entraron por la noche y eran cientos... ¡NO! eran cientos de miles de cuerpos reanimados con ojos blancos y vacios... pero uno era diferente-¿diferente?- montaba un corcel negro el doble de grande que un corcel comun, llevaba una espada rara consigo y...-¿y...?-sus ojos...-¿ojos...?- eran amarillos, brillaban como lamparas en la noche...-mi respiracion comenzo a agitarse, hasta me quede mareado por unos instantes por lo que tuve que sujetarme de la mano de mi madre.- no se que sucedio despues de que me fui... pero es grave.

El rey hizo que haga silencio.

-ciudadanos, estamos frente a la mayor amenaza en Micrea, la ultima fue la Invasión de los Dragones hace nueve mil años y desde entonces aqui a reinado la paz, este mal debe ser erradicado lo mas rapido posible.

La voz del pueblo rugio como una milesima de leones furiosos, se habian metido con Micrea y no iban a dejar que la cosa quedara asi.

-¡lucharemos con nuestros corazones y devolveremos a esos cadaveres a sus tumbas!-el rey tambien rugio uniendose.

Los dias empezaron a pasar y la mayor parte de la poblacion adulta se enlisto para ir a luchar al sur, seguramente en los otros reinos como Porus, Vocun, Seroda y Ledas la cosa iba igual, todos querian luchar porque entre mas mejor. En una semana el ejercito de Ustard era de cuatrocientos mil hombres, se fabricaron centenares de cañones, espadas, armadura, catapultas y ballistas, hasta algunos hechiceros de La Tierra Sobre Las Nubes bajaron solo para luchar. Mi padre obligatoriamente tuvo que ir a luchar, sus dias de beber terminaron pero recuerdo que antes de irse a preparar la salida le dijo <<ahora tu eres el hombre de la casa, cuida a tu madre>>. Paflax queria ir a luchar pero era muy joven, solo tenia ocho años pero su alma queria combatir, lo ansiaba pero al final no pudo teniendo que conformarse con el interior de Ustard lo que genero una semana de rabietas por todo y una tonelada de quejas por cada cosa que exista, por suerte estaba Briana que lo aguantaba, no se si porque tenia cinco hermanos o porque estaba perdidamente enamorada de el, pero Paflax nunca le presto atencion, para el siempre fue una amiga, una Abrazada Por el Oceano, de ojos azules oceano y un caracter brutal como el mismo, calmada por momentos pero solo vasta una ventisca, una ola o lo que sea para transformarla en una bestia imparable.
Paso un mes completo desde que todos los soldados de todos los reinos marcharon a Citos formando una gigantesca masa de poco mas de dos millones de hombres marchando firmemente. De esa gigantesca masa volvio solo un grupo de hormigas cojas separadas de solo 23... 23 personas de cuatrocientos mil... mi mente no podia procesarlo, <<Nos hicieron pedazos, pobres de los que cayeron y pobres de nosotros que vivimos para ver sus horribles muertes>> era todo lo que decian ellos. Con un simple mensaje... eso fue todo lo necesario para causar una brutal matanza innecesaria... hoy, mañana, pasado y durante un año habra luto en todo Micrea... eh tenido que empezar a trabajar con la muerte de mi padre, cultivando mientras Paflax entrena dia y noche para unirse al ejercito y combatir a los No Muertos.
Paso un año y una enfermedad se a propagado por Micrea, una peste llamada "oscuridad" infecta a las personas y las deforma para despues impulsarlas a matar y contagiar personas. Se perdieron pueblos enteros, granjas, ganado, muchas cosas que nos pusieron en decadencia, todos los habitantes de los alrededores fuimos impulsados hacia el interior de Ustard para mantener nuestra sobrevivencia. Otro año paso y este fue para mi el mas doloroso. El padre de Darla fue infectado mientras viajaba y infecto a su hija convirtiéndola en un monstruo, lo vi, vi su belleza desvanecerse, su lado maligno salir a la luz. Nunca llore tanto en mi vida, en medio del funeral que dio el pueblo por ella y su padre, mientras quemaban sus cuerpos una serie de memorias vinieron a cabeza...

-hey no, no quiero

-vamos solo es un juego-su mirada picara lo decia mientras se acostaba sobre mi.

-no se si esto esta bien...

-lo esta... siempre lo esta...

La lagrimas brotaron de mi.

-¿que como querria morir? Pues... si es contigo me gustaria morir en medio del fuego, fundirme con el como en un calido abrazo-sonrei y la abraze

El pecho comenzo a dolerme y contuve las lagrimas.

-¿Como estas mi Amante de Violetas?

Amante de violetas... una persona capas de amar sin importar nada, arriesgarse por su amor... consejero y protector... ¿donde estaba yo cuando ella fue infectada...? ¿porque no la protegi...?

-Dime la verdad... un dia lo nuestro terminara ¿no es asi?

-Claro que no Darla, te amare y seguire hasta el fin del mundo o no me llamo Clyde Barnbluf.

-Clyde...

Estaba a punto de romperme en pedazos ahi de pie, pero senti el consuelo de Paflax que tomo mi mano con firmeza y la apreto para darme fuerzas.

-te amo... mi Amante de Violetas...

Ese dia cuando nos conocimos...

-¿Que edad tienes mocoso? ¿seis años?

-la suficiente como para salir con una chica tan linda como tu... y si no me crees puedo probarlo...

La ultima vez que nos vimos...

-Mi papa se siente muy mal... no se que le pasa...

-seguro se agarro algo de ahi fuera

-Si... seguro...-me tomo la mano y me abrazo con mucha fuerza.

-Oye esta bien, el se pondra mejor.-

-Clyde...-me miro con lagrimas en los ojos-te amo... gracias por hacerme tan feliz...

Como es que no lo note... suavizo la daga a mi corazon poniendome un colchon de palabras...

El dia paso, y el siguiente y el siguiente... pero el dolor siguio, no paso de largo como los dias. Paflax me apoyaba, notaba una gran madurez en el, el podria ser el verdadero hombre de la casa, yo solo lo soy por edad, no merezco representar a mi familia... no merezco vivir si no pude cumplir el rol de un Amante de Violetas...
La situacion empeoro dentro con cada año que pasaba, ya la cosa se habia salido de control, robos, violaciones, asesinatos por un poco de comida. Para arreglar la falta de comida hicieron el reclutamiento obligatorio, era el momento de brillar de Paflax, solo debian elegirlo y listo, asi a medida que sacaban gente al exterior la demanda de comida interna seria menor y de pasada se intentaban recuperar zonas perdidas. La cosa mejoraba al principio, pero luego las familias se quejaron bastante ya que para ellas era injusto, y cuando cumpli catorce años me nombraron a mi... Paflax hizo de todo, se ofrecio a reemplazar mi lugar, incluso hasta lucho por ello pero no lo consiguio asi que antes de que me enviaran con un pelotón al exterior fui con el y como dijo mi padre una vez <<ahora tu eres el hombre de la casa, cuida a mamá>> sentí un deja vu, vi sus ojos rojos siempre vivos por ultima vez para no olvidarlos y me fui. Abandonar mi vida, a mi familia, a todos... un nuevo inicio, un nuevo amanecer y una nueva oportunidad... dioses, si pueden oír mi voz y si aun no nos han olvidado... protegedme  de este duro viaje...

The Light LostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora