POV Len.
Desperté gracias a el sonido que provocaba alguien al tocar la enorme puerta de madera de mi habitación, sólo dije "Pase" esperando a ver quien era, en eso vi como una cabellera rubia entraba entraba con una bandeja de comida.-Buen día amo -Pronuncio la chica.
-Buen día Rin -Le sonreí amablemente a lo que ella correspondió.
-Le traje el desayuno -Dijo a la vez que dejaba la comida en mi mesa de noche.
-Muchas gracias Rin -Me enderece en la cama para después mirar la comida.
-Por nada amo -Hizo una reverencia y camino hacia la puerta.
-¿Tu ya desayunaste Rin? -Hice que se detuviera.
-Eso estaba a punto de hacer -Sonrió abriendo la puerta.
-¿Quisieras desayunar conmigo? -Esta me miro.
-Me encantaría amo Len -Me sonrió y fue a traer otro plato para ella.
-Volví -Se asomo por la puerta.
-Adelante -Esta solo entro y se sentó a mi lado.
-¿Cómo esta la comida amo? ¿Le gusta?
-Rin te he dicho que solo me llames Len y si, la comida esta deliciosa.
-L-lo siento -Miro hacia abajo jugando con sus manos.
-Anda, no porque mi padre te pida llamarlo amo significa que lo tengas que hacer conmigo.
-Esta bien -Esta me sonrió y abrió su boca a punto de hablar -Le... -Fue interrumpida por un grito y en estruendoso sonido de la puerta.
-¡Len Kagamine! -Grito mi padre a la vez que abría la puerta de una patada -Te he dicho que no distraigas a Rin de su trabajo -Pronuncio con una voz seria -Sabes que me disgusta que pases tiempo con...
-Silencio padre, yo paso mi tiempo con quien se me de mi gana... Y ahora quería pasarlo con Rin, te guste o no te guste, así es como lo quiero -Dije interrumpiéndolo.
-¿Porqué haces esto Len? Tienes a tantas chicas detrás queriendo pasar tiempo contigo y tú... Lo pasas con una sirvienta... Me decepcionas -Dijo con el entrecejo fruncido.
-No padre, tu me decepcionas a mi, no puedo creer que repudies a Rin por el simple hecho de ser una sirvienta, ni siquiera te has tomado el tiempo de conocerla, se que si hicieras eso te darías cuenta de que es una persona maravillosa con un gran corazón.
-Espera... No me digas que... -Estallo en una estruendosa carcajada de la cual no comprendía el motivo -¡¿Te gusta Rin?! -Gritó aún entre risas.
-Y-yo... -No pude responder.
-L-Len yo... -Susurro intentando calmar la situación yo estaba tenso.
-Espera... ¡¿Lo llamaste Len?! ¡¿Quién carajos te dio el derecho de tutear a mi hijo?! ¡Además! No tienes ningún derecho de meterte en estos asuntos, no eres parte de la familia...
Vi como los ojos de Rin comenzaban a aguarse, sus mejillas estaban rojas, sabía que ella estaba triste y enojada, pero nada superaba mi enojo con mi padre por haber hecho llorar a Rin. Me levante sin decir una sola palabra, Rin solamente me observaba sin tener idea de lo que pasaba, me acerque a mi padre y sin pensármelo dos veces le di un puñetazo en la cara. Este cayo al suelo por el fuerte golpe que le había dado, se levanto con una mano en el lugar donde le había golpeado y me fulminó con la mirada para después irse de ahí. Me dirigí hacia Rin que aún tenía lágrimas deslizándose por sus hermosos orbes azules.
-Ya no llores mi Rin... Estoy aquí para protegerte -La abrace a lo que ella correspondió.
-L-Len... -Me miro fijamente a los ojos, yo me sonroje ante tal acción.
-¿Q-qué pasa Rin? -Pronuncié tratando de esconder mi vergüenza.
-¿E-en verdad te gusto? -Susurro mirando sus manos con las cuales jugaba.
-Si Rin, me gustas -Solté sin pelos en la lengua -Y yo... ¿Te gusto a ti? -Ella se sonrojo, se veía tan linda.
-S-si... -Dijo en un susurro apenas audible -M-me gustas Len... Desde hace tanto... -Me miro con sus ojos iluminados y una sonrisa en sus rosados labios, mordí mi labio inferior, hace tanto tiempo tenía ganas de probar esos hermosos labios.
-R-Rin... Puedo... -Toque sus labios con mi pulgar y ella se sonrojo mientras se acercaba a mi lentamente después de asentir con su cabeza.
-P-puedes Len -Susurro cerrando sus ojos.
Me acerqué a ella hasta unir sus labios con los mios, hace tanto había estado esperando ese beso, sus labios eran el mismo paraíso, calzaban perfectamente con los mios, estos se movían torpe pero placenteramente sobre los míos; cuando nos separamos la rubia sonrió y toco sus labios con sus dedos.
-Megurine Rin... ¿Quisieras hacerme el placer de ser mi novia? -Le sonreí.
-Me encantaría Len... Me haría realmente feliz -Correspondio a mi sonrisa y me abrazo a lo cual correspondí.
Mi padre sería difícil de convencer... Pero se que mamá nos apoyara, y si no lo hace... No me importará porque no dejaré a mi Rin por nada del mundo, no me importa si quedo desheredado o si me condenan a vivir bajo un puente para siempre, mientras este con Rin nada me importará.