Capítulo 1: Los novatos

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Estábamos en la sala previa a la partida de laser tag, la luz era tan tenue que apenas podía ver la sudorosa cara de Steven, el instructor, mientras intentaba explicar a unos novatos como recargar la pistola de laser en la base, a simple vista parecía un chaleco naranja fluorescente flotante, odio este tipo de luz, logra que me duerma aún más fácilmente.

Seriamos nosotros contra los novatos, Steven sabía que los derrotaríamos en los primeros cinco minutos y sin necesidad de recargar, ya nos había reclamado anteriormente por no dejar disfrutar de su partida a los novatos.

Steven decidió mezclar los grupos sin mencionar que se debía a que somos expertos, lo veíamos venir, pero no nos importó, sentíamos que era hora de competir entre nosotros. En mi grupo estaba Sam, Neil y otros dos tipos del grupo de los novatos, no logré ver bien sus rostros pero no pude evitar notar que sus voces eran extrañamente idénticas.

En el otro grupo estaba Aaron, Elliot, dos novatas que alardeaban sobre haber practicado tiro durante las vacaciones del año pasado y curiosamente Lucas, mi vecino, hemos vivido frente a frente desde que puedo recordar, sin embargo nunca hemos tenido una conversación de más de treinta segundos, me sorprende verlo aquí, creí que no le gustaban este tipo de cosas, talvez no me equivoco, después de todo vino con el grupo de novatos.

Mi grupo tendría los chalecos verdes mientras que el de Aaron tendría los rojos, después de iniciar la partida todo se movió bastante rápido como era de esperar, los novatos a penas se movían, mientras nosotros nos acabábamos unos a otros. Claramente mi equipo tenía la ventaja pues teníamos menos novatos, estaba asegurado que ganaríamos.

Estaba sumamente concentrada en la partida, pero no pude evitar ver que Lucas había salido corriendo por la salida de emergencia a los pocos minutos de haber iniciado.

Treinta minutos más tarde la partida estaba a punto de acabar, para mi sorpresa estábamos bastante empatados, Aaron dio pelea y rindió frutos, pero no los suficientes como para ganarnos. Faltaban tres segundos, miré a Aaron desde el fondo, noté que no había recargado su arma y me prepare para disparar, escuché los disparos pero no los vi llegar, de repente sonó la campana que indicaba que el juego había terminado, me volteé y vi a Lucas riéndose, el bastardo había vuelto en silencio y me había disparado tres veces por la espalda.

--El equipo rojo gana! -- fue anunciado por el altoparlante.

--Supongo que los expertos del equipo verde invitarán la comida esta noche—dijo Elliot entre risas.

--Solo si tú pagas la gasolina esta vez—dijo Neil.

Regresamos a la sala previa, esta vez extremadamente iluminada, devolvimos los chalecos y las armas, nos despedimos de Steven, que por cierto estaba igual de molesto que siempre después de cada partida y nos subimos a la van de Neil. Sam se sentó al lado de Neil en el asiento del acompañante y puso en el reproductor de sonido Lonely Boy de los Black Keys.

Fui en la parte trasera junto con Aaron y Elliot, escuchando a Elliot cantar a todo pulmón mientras se movía como una lombriz y a Aaron quejarse de su grupo de novatas, a pesar de que ganaron.

Después de varios minutos en la carretera escuchando el karaoke personal de Elliot, entramos al auto servicio de pizzería más cercana, Ludeori. 

Recuerdo que cuando mis padres no trabajaban todo el tiempo y mi hermana aún vivía con nosotros, solíamos venir a Ludeori cada semana sin falta, no recuerdo la última vez que vine con mi familia, creo que cuando lo hice no pensé que sería la última vez, por lo cual no me esforcé en guardarlo en mi memoria, aunque si recuerdo cuando celebramos mi último cumpleaños aquí, nada especial, solo lo recuerdo porque mi mamá había invitado a Aaron a pesar de que en ese entonces no éramos amigos.

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