-¡De verdad no tenía idea de que él pudiera cantar! Es increíble las cosas que los akumas le hacen hacer a ese pobre gato algunas veces...- rió Ladybug con su mirada en la ciudad que se posaba frente a ella desde la ventana de la habitación. A su lado, un atento Adrien la observaba con atención, encantado de ver como ella recordaba cada detalle de sus batallas junto a él.
-Sí, es increíble...- contestó un poco ido. La heroína lo miró y su sonrisa se disipó un poco.
-Oh cielos. No te estoy manteniendo despierto con esta charla, ¿o sí? Lo lamento, deberías descansar. Luces agotado.- dijo algo apenada al ver los ojos casi cerrados del joven.
-No, no. Estoy bien. Sigue, tranquila...- dijo Adrien intentando suprimir un bostezo. Ladybug rió y enterró sus dedos entre los cabellos rubios, acariciando un lado de su cabeza.
-No estoy segura de eso. Tu cara me dice otra cosa.- mencionó divertida.
-Estoy bien. En serio...- Contrario a lo que salía de su boca, Adrien estaba agotado, y aquellas caricias sólo lo alentaban a caer dormido allí mismo.
Entonces sucedió algo que no esperaba: de su garganta escapó un ronroneo como si se tratara de un auténtico gato. Ladybug no atinó a más que comenzar a reír por lo bajo al instante, mientras que a él le tomó un poco más de tiempo darse cuenta de lo que estaba haciendo. Mas una vez que se dio cuenta de la razón de su risa, abrió sus ojos de par en par.
-¡Lo siento! Lo siento, lo siento, lo siento...- repitió alejándose de ella.- Lo juro. No sé qué fue eso.
-Yo sí.- afirmó ella con una sonrisa mientras bajaba del marco para acercarse a él.- Lo he visto antes... en Cat Noir.- Adrien empalideció al instante.
-Yo... Eh, no tengo idea de que hablas... ¿Cat Noir? Ppff... ¿Cómo podría yo hacer algo que él...?-Fue un dulce beso en su mejilla lo que le hizo callar. Ladybug lo miraba con ternura.
-Todo está bien. No es como si fuera a hablarle a todo París sobre el modelo juvenil Adrien Agreste siendo el mismísimo Cat Noir.- le aseguró con ambas manos en sus hombros. El chico comenzó a reír.
-¿Cómo lo descubriste...?- preguntó tímido.
-Tenía mis sospechas ese hace tiempo. Detalles como Cat Noir presentándose a la acción con una cuantiosa cantidad de spray fijador en su cabello o sus poses para los reporteros completamente naturales son pistas realmente difíciles de ignorar, ¿sabes?
-Lo lamento.
-Oh, vamos, gatito. No tienes nada de qué disculparte.- le dijo ella tomando su mentón para evitar que bajara su mirada.
-Pero tú querías que nuestras identidades...
-Ya es un poco tarde para eso.- bromeó ella.- Ahora sólo hay que asegurarnos de que este pequeño secreto no salga de aquí.- Adrien asintió, rodeándola con sus brazos segundos después. Ladybug correspondió al tierno abrazo al momento.
-Gracias, mi lady.- murmuró él.
-No hay de qué, gatito.- Una vez que se separaron, ella regresó a la ventana.- Bien, es hora de irme.- Lanzó su arma a unos metros de allí y volteó una vez más hacia él antes de retirarse para lanzarle un beso con su mano.- Nos vemos mañana en la escuela.
-Sí...- respondió Adrien sin prestar mucha atención, cayendo en razón tan sólo un poco después de que ella se hubiese perdido en la oscuridad de la noche.- Espera, ¿qué?
Con tantos spoilers sueltos y más y más revelaciones de la segunda temporada, ¿cómo no es posible llenarse de ganas de escribir como loco?
No, en serio. Redacté unos cuatro one shots en un día. Tengo problemas...
