Madera

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Había una vez un hombre que vivía en una colina, y bajaba todos los días a cortas árboles. No le importaba si era viejos o jóvenes, grades o chicos, el los talaba.

Pero un día taló un árbol tan viejo con el tiempo mismo. Esa noche escucho voces provenientes de su mesa de noche y de el cuerpo de su cama, se levantó alarmado y corriendo salió de la habitación, pero a donde fuera seguía escuchando las voces porque toda su casa estaba hecha de madera. Limpió el sudor de su frente y sintió algo frío, miro su mano y se dió cuenta que ya no tenía brazo, ahora era un trozo de madera pegada a su torso, miro hacia abajo y notó que la mitad de su pierna era de madera.

Salió corriendo de su casa y rodó por la colina hasta estrellarse contra un tronco caído que el mismo había cortado. Intento seguir corriendo y se dió cuenta que sus piernas estaban enterradas en la tierra. Trato de zafarse, movió su cadera, jaló sus piernas, se arrastró en el suelo.
Pero entre más avanzaba la noche más tieso se sentía su cuerpo y cuando llegó el alba todo su cuerpo era de madera hasta el punto de solo poder mover sus ojos y entonces escucho una voz:

-tu has talado tantos árboles, sin importarte cuando viejos eran ni quién los había plantado ni que tan importantes eran, tú solos los y talaste por tu propia ambición asi que ahora te convertirás en madera y te convertirán en cama, silla, leña o en lo que quieran convertirte para que sepas lo que sintieron todos aquellos árboles a quienes has talado.

Y así el hombre se convirtió en madera.

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