El Gran Circo Del Bosque Oscuro

Payasos

Miguel y Bianca

Desde siempre tuvimos el don natural de hacer reír a la gente, a tal punto que Bianca y yo empezamos a maquillarnos y ponernos ropas graciosas.

Un día en nuestro show se presentó un tragasables.

En un movimiento rápido nos dió un volante que decía.

Vengan al gran circo del bosque oscuro y te divertirás.

La curiosidad nos llevó a seguir a el tragasables, que comenzó a correr hasta el fondo del bosque, al doblar la esquina vimos que había desaparecido, nos giramos un poco y vimos una hermosa carpa de diversos colores.

Miguel y yo íbamos avanzado maravillados por los colores de la carpa, conforme avanzabamos vimos unos sanqueros que bailaban de forma entretenida.

El anfitrión es muy alto y nos sonríe de manera inmediata y un poco extraña.

Queríamos entrar pero no encontrabamos la abertura de la carpa, encontramos un agujero para poder mirar.

Vimos a el tragasables gimiendo mientras subía y bajaba su trasero al regazo de el domador de leones.

Fue asqueroso, tan asqueroso que Miguel y yo vomitamos hasta las lágrimas, los sanqueros nos levantaron del suelo y nos llevaron a un cuarto oscuro con olor a moho y sangre coagulada.

Al ver que cerraban la puerta, Bianca corrió a tratar de abrir la puerta, gritando y golpeando la puerta.

Luego de un rato empezamos a llorar, necesitábamos salir de allí.

Horas después entró el anfitrión, a abusar de manera sexual de ambos dejándonos golpeados y violados a más no poder.

Bianca perdió su ojo derecho al tratar de defenderse del anfitrión, yo perdí una de mis piernas.

Obtuve un ojo de cristal y Miguel obtuvo una pierna de cordero, para poder equilibrarse.

Después de tan aterradora experiencia, nos quedamos a vivir en el circo, convirtiéndonos así en los payasos del lugar.

Siempre tratamos de lucir felices para evitar que nos quemarán la cara o alguna parte del cuerpo.

A veces solemos tener relaciones sexuales con todos los del circo para complacer al público mayor.

Miguel perdió la razón y ahora siempre esta siempre riéndose, llorando mientras ríe.

Bianca no entiende que ahora estamos condenados a pudrirnos en este lugar.

Hoy nos toca dar la presentación antes de empezar el show.

-¡Bienvenidos al gran circo del bosque oscuro!- gritamos al unísono para luego empezar a reírnos como locos.

Sabemos que jamás saldremos de aquí.