Todos mencionan tu nombre, dicen quién eres y lo que has echo, mencionan tus logros y tus desgracias.
Te hablan, fingen escucharte y saber quién eres.
Se hacen llamar conocedores de la verdad que te rodea, creen que tú vida es suya.
Todos te mencionan pero tú no estás ahí, cuando dicen tu nombre nunca estás presente...y si llegas a escucharlos sollozaras en susurros que salen por tus labios han dolorosamente,sollozaras como nunca lo habías echo. Solo tú te podrás escuchar porque ellos están muy ocupados hablando de ti. Qué ironía es esta.
Llegarás a casa a media noche con los ojos cansados y el alma apagada por un día más, te sentaras al borde de la cama y te quedarás a mirar la vida pasar para después comenzar a llorar solitariamente, sin nadie que te ayude aunque lo pidas a gritos,nadie te escucharás y creerás que es culpa tuya por ser tan débil y repitiras este proceso día con día,tu solo,dantote fuerza aunque ya no puedas, porque nadie conoce quién eres realmente y nunca se tomarán el intento de hacerlo.
