luz de mi alma~(McCree x Lobo! Lectora)[TERMINADO]

16~TALON

"Hey...Alpha, McCree"

Mis ojos se abrieron despacio, Tracer movía mi brazo con su mano derecha "¿que ocurre...?" Torne mi mirada, McCree estaba abrazado a mi, mi rostro se enrojecio, "Ya hemos llegado, preparaos para lo peor..." Ambos nos levantamos y sin un minuto que perder, nos preparamos "¿Donde has aterrizado la nave tracer?" Dije mientras preparaba mis armas "Tranqui, lo tengo todo controlado, ahora mismo acabo de aterrizar la nave en un descampado, el quipo de TALON se encuentra en un edificio a cinco manzanas de aquí...¡Es bueno regresar a casa!" Dijo Tracer sonriendo.

Cinco manzanas de aquí...

McCree y yo bajamos de la nave, mientras tanto Tracer seguía en la nave.
"Alpha...Todo saldrá bien" McCree acarició mi espalda mientras yo, nerviosa temblaba, "Estamos aquí para ayudarte, tienes que creer en que podremos..." las palabras de Jesse me relajaron, aún así me sentía asustada...y preocupada.

Tracer bajó de la nave y nos dio a ambos unos chips, "Chicos, estos son unos chips localizadires, en la última misión todos los soldados se inyectaron los chips, lo que significa que puede que los gemelos sigan teniéndolos" Tracer nos enseñó un pequeño aparato similar a un móvil con una pantalla oscura donde destacaban tres puntos verdes y dos rojos.

Supimos de quien se trataban los puntos rojos, sin más dilación tomé el aparato de Tracer y salí corriendo lo más rápido qué pude, McCree y Tracer me seguían intentando llevar el mismo ritmo que yo, en ese momento el ritmo de mis compañeros me traía sin cuidado, lo único que podía hacer en ese momento era correr como si mi vida dependiera de ello, sabía bien que la vida de mis hermanos estaba en juego.
Me detuve en seco y contemple un enorme edificio, se celebraba una fiesta en ese momento, gente disfrazada bloqueaba la entrada "arriba...". Trepé el edificio sigilosa y de un salto llegue al techo de aquel lujoso edificio, ambos puntos rojos se encontraban justo bajo mi posición, sin tiempo que perder de un pisotón rompí el cristal del techo cayendo al suelo.
Una fuerte mano me agarró del cuello sorprendiéndome, "el zorro está en el gallinero" a continuación sacó una jeringuilla que me inyectó cuidadosamente en el cuello.

Sentí mi cuerpo débil, apenas podía moverme y mis ojos se cerraban del cansancio.