Cada noche me visita en mis sueños,
no para entregarme su hermoso cuerpo
sino para regalarme momentos bellos
como solía hacerlo en su tiempo.
Momentos que me habria gustado fueran realidad,
momentos grandiosos llenos de felicidad,
momentos como los que nos gustaba compartir
y que por alguna razón dejaron de existir.
¿Seré un simple tonto que no supo perder?
¿Seré un tonto por haber amado a esa mujer?
¿Acaso no alcancé a mostrar mis sentimientos?
¿O esta relación nunca tuvo verdaderos simientos?
Me gustaría poder estar a su lado
y al parcer ella me ha olvidado.
Me gustaría poder estarla abrazando,
mostrandole que siempre la he amado.
Pero no le estoy pidiendo que vuelva
y tampoco le aconsejo que lo haga,
por que ya le dije que si se iba
no volvería ni aunque recibiera paga.
Y eso no implica falta de amor,
ni que la he llegado a odiar,
simplemente es que este dolor
no lo quiero volver a probar.
Por eso le pido a usted señor olvido
que se comporte como un buen amigo,
que me ayude a aceptar que se ha ido
y me quite la carga que trae este castigo.
