El chico con el corazón oxidado

La historia de Sigmun

Hola,  soy Sigmun un chico de 19 años como otro cualquiera y en una ciudad perdida de las fauces de la diversión, en un mundo normal y con una vida normal, o en realidad no tanto...

 Está es mí historia; Si quereis saber como fue mi caída al abismo profundo y la salida, cotinuad leyendo con mucha atención.

    No sabría decir algo de mí que fuera un algo particular, salvo que odio las fiestas y los agobios que la gente suele considerar "divertidos". Lo reconozco para nada soy alguien extrovertido ni divertido a la vista de lo que es la sociedad de lo" común" o "popular" sobre todo entre mi género, no destaco por ligar mucho o buscar a muchas chicas en la comunidad de fiesteros de turno. Pero en mis 17  paso algo que me marco, conocí a alguien que me dio una vida sin igual en un mundo peculiar, en poco tiempo fue lo más increible del mundo. No solía acostumbrar a decirlo pero fue mi mejor época... aunque también mi caída a un profundo y oscuro agujero negro con una masa equivalente a 10.000 soles terrestres, no veía salida ni consuelo, nadie podía ayudarme con sus palabras de ayuda y lastima. Simplemente no tenía lugar ni consolación posible. ¿por qué?,  pensarás- porque la amaba, a pesar de tanto dolor la ame por mucho tiempo, con un corazón llorando sangre y desesperación el cual anhelaba eso que tuvo en escasos dos meses.

Todo empezo un mes de Abril, como dice el refrán popular de: " En Abril, aguas mil";  Llovía sin descanso. Las húmedas calles encharcadas de agua sucia de las pisadas de la gente y el barro que se mezclaba con las aceras y los carriles de los coches hacian que cada vez que uno se dispusiera  a pasar te manchará los bonitos tenis blancuzcos, que tanto "cuidabas", quedaran manchados por una tonalidad marrón que opacaba su brillo intenso a blanco leche.

Caminaba sin cesar a más velocidad según veía el instituto al que iba cada día del semestre, todo parecía rutinario y absurdamente predecible en mi vida... El hecho de no haber salido con ninguna chica me hacía ser objeto de ciertas burlas o mofas, ya que si eres un hombre eso acababa por ser valorado peyorativamente por tu mismo género o por ciertas chicas inmaduras como ellos. 

  En ese momento, en el cual iba encerrado e una jaula de ensimismamiento  sin igual, aparecio lo más cercano a un ángel pelo rojizo como el fuego, ojos grises como el cielo nublado pero bellos como un diamante y piel palida como el lino. LLevaba un bonito colgante de un anime que me encantaba.

Ella miro mis tenis y me dio un paño, sin siquiera pronunciar palabra continuo su camino. Me sobresalte por que era extraño y un algo particular. Era tal mi sorpresa que no pude pronunciar palabra, simplemente se desvanecio en las sombrias calles de mi ciudad.

Fui a clases y hice mi vida normal durante varios días, salir con amigos para jugar a juegos de roll, viciar a la consola, estudiar. Vamos todo lo normal en mi situación.

Nunca la volvía  a ver.... 

Hasta que de pronto, después de dos semanas sentí un golpecito en el hombre. y sí, era ella con su bella sonrisa, inocente cara  y hermoso cuerpo. Me dijo con un tono delicado - ¿me podrías devolver mi pañuelo?-  LLevaba semanas llevandolo en el bolsillo, acabado de lavar por si algún día la encotraba por algún sitio, ya sin muchas esperanzas de que sucedierá.

Entonces me dispuse a darselo sin muchos preambulos, pero  le pregunte con mucha curiosidad -¿Por qué hiciste eso?, no me conoces absolutamente de nada solo eran unos tenis... nada que fuera de gran importancia. -. Ella me miro de arriba abajo, y contesto avergonzada y con una voz suave y temblorosa -Te tengo visto muchas veces pasar por la calle, normalmente voy por la otra acera pero ese día iba por la misma... Siempre me fijo que los llevas de un color blanco impoluto... Me dio pena pensar que te entristeceria el hecho de mancharlos tanto de barro- miro hacía abajo con sus mejillas enrojecidas -Sé que es raro pero, me llamaste siemore la atención y me gustaria conocerte eso solo ha sido una excusa....-.

Ella no lo sabía pero ese fue el mejor momento de mi vida, nunca a nadie llamará la atención menos siendo una chica tan hermosa y bondadosa... 

Lo que no me esperaba es loq ue iba pasar dos meses despues de empezar a salir.

A partir de ese día todos los días quedabamos y tomabamos batidos de frutas, jugabamos a zelda tri forze y a four sword con unos cuantos amigos más. Nos empezamos a llevar tan tan bien, que en dos semanas escasas decidimos salir juntos, tod eran risas y alegrías.

Su bella mirada, sus ojos nublados eran lo mejor que había visto en está ciudad en mi vida; seguiamos viendonos cada vez más seguido pero un día empezaron las discursiones a cuatro semanas de salir juntos... Todo eran problemas lo cual era raro porque pareciamos enamorados pero teniamos demasiadas diferencias estúpidas. Ella se tomaba demasiado mal cualquier cosa que hacía y yo no tenía experiencia en el ambito de las relaciones.

Los desayunos por la mañana con nuestros perros, las vueltas por lugares espectaculares del bosque y los juegos de tarde se acabaron convirtiendo en peleas absurdas quizás la inexperiencia  o la inmadurez lo enturbiaron. Hicieron que la felicidad y la alegría, la pasiónd elos besos y los días que compartimos rompieran como cristales y se acabo convirtiendo en algo cortante y tóxico.

Al pasar dos meses, como bien decía, ocurrio lo inevitable, nos perdimos en el mar de las discursiones yo la seguía amando porque a pesar de todo veía su bondad, pero en realidad era culpa de ambos y la inexperiencia. ENtonces lo que no quería escuchar nunca. Sucedió:

Ella, me miro al despertar a mi lado una mañana, la noche anterior habiamos discutido sobre todo esto de discutir tanto ironicamente. Entonces me levanto me hizo el desayuno y me dijo mirandome de frente en la mesa - Esto se tiene que terminar, no estamos hechos el uno para el otro... Amamos las mismas cosas pero no llegamos a un punto equilibrado. No somos maduros, somos inexpertos y jovenes y no puedo soportar pelear todos los días-. Brotaron lagrimas de sus ojos y se marcho d emi casa, desaparecio tan rápido como aparecio en mi vida, dejando un vacio considerable. 

Sin darme cuenta perdía las ganas de vivir, de comer y de cualquier cosas que fuera alegre o movido...todo era un sentimiento de apatía continuo. Deje de jugar, deje de apreciar leer. Todo lo que hacia con ella se convirtio en una pesadilla durante casi un año. La gente me intentaba animar pero no se ponía en la posición de que estaba muerto por dentro y necesitaba tiempo.

Eso no se arregla en un día, el primer amor es cosa de un largo tiempo, causa mucho dolor. Caes en una depresión, todo lo ves gris y no quieres conocer a nadie.

 Al llegar  a los 19 empezé a alegrarme, volvía  a valorar  mis amistades, conocí gente nueva... Supere el duelo que me había puesto la vida.

              La prueba del primer amor y desamor, con esfuerzo y ganas de salir. Sobre todo la mentalidad de uno mismo hace más que mil palabras de los demás. La decisión es de uno mismo y la vida no la dirigen tus amigos ellos solo son un apoyo no la solución.

Y siempre vuelve el amor tarde o temprano  ♡

  Todo sea por no arruinar tu vida por pequeñas malas experiencias, sino aprender de cada error ys superarse a si mismo.