En una lluvia de papeles

164 4 2
                                    

     Querido Simon,  

        Aun recuerdo la última vez que nos vimos. Los gritos, las lágrimas el veneno de nuestras palabras y el fin de nuestra relación. No te culpo de nada, es mas creo que fue mejor que terminara así para ti. Por eso te pido mil millones de disculpas por escribirte esta carta. Porque el simple hecho que se me ocurriera agarrar el papel y la lapicera para escribirte fue el acto más egoísta y cruel que he hecho en mi corta vida. 

        ¿Recuerdas cuando nos conocimos?, bueno más bien la primera vez que cruzamos más de tres palabras, hace dos años con dieciséis cada uno. Ese es un momento que atesorare hasta el final, porque me dio la oportunidad de conocerte de verdad. Recuerdo estar llevando una gran pila de papeles de la profesora de literatura, me dolían los brazos como locos y hacia un gran esfuerzo para que no se caiga ninguna hoja. Claro todos mis intentos fueron en vano cuando tú y Malcom pasaron corriendo y me llevaron puesta, haciendo que todos los papeles empezaran a volar por los aires por todo el pasillo desparramándose por el piso. Malcom siguió corriendo pero tú te detuviste y me ayudaste a recogerlos, eras un caballero oculto ¿eh? 

        Una chica se hallaba tirada en el piso de un corredor papeles cayendo al suelo, mientras el resto se encontraba por todo el corredor tirado. Por suerte era hora de clase si no todo el mundo hubiera visto la vergonzosa caída. Rebecca irritada comenzó rápidamente a juntar los papeles y el chico que causo el alboroto comenzó a ayudarla 

        — ¡Yo puedo!—le saco el faquito que había juntado el muchacho, este la miro con una leve mueca de desprecio. 

        —Tranquila fiera, te estaba tratando de ayudar—rió secamente, todavía que se había detenido a ayudarla le hablaba mal. 

        — ¡bueno si no hubieras estado corriendo como un maniático por el pasillo no tendrías que hacerlo! — La castaña miro los papeles con nerviosismo-— ¡La profe me va a descuartizar ahora están todos desordenados! 

        Simon le dio los últimos papeles que quedaban en el piso, estuvo a punto de decirle algo pero justo en ese momento apareció el profesor el cual Malcom y él estaban huyendo para que no los mandara a clase .Además por el hecho que le habían puesto polvos pica pica en su chaqueta como broma. 

        Cuando el profe de física nos encontró, estaba tan enojado que me metió en el castigo que se merecían Malcom y tú, y de paso me comí un reproche de la profe de literatura por el desorden y me mantuvo la nota por el resto del año en 8.Tu sabes cómo era con el tema de las notas las mejores o las mejores. Tenías razón no debí haberme preocupado tanto en esas tonterías .Aún me acuerdo cuando ponías un dedo en mi frente y decías que veías una arruga que me había salido por estresarme (no era gracioso aunque supiera que era mentira, pero siempre pensé que era tierno y realmente me gustaba cuando lo hacías).

        Pero aunque no me creas el castigo que siguió, valió la pena porque me hizo pasar un día contigo, haciendo aburrido papeleo, pero te pude conocer un poco y eso es lo más importante. Me pregunto qué sería de mí ahora si no hubiera pasado ese accidente.

         — ¿Vas a pasar toda la tarde con esa cara?—Simon dejo los panfletos ya organizados  de la festividad deportiva que iba a organizar el colegio ese mes, tomo los de los talleres y campamentos y comenzó a separarlos. Cada uno en un montoncito. — ya te pedí perdón.

— ¡Si no fuera por ti y Malcom no la tendría!— se le notaba claramente su irritación en cada palabra que decía— Podría estar en casa, no perdiendo el tiempo aquí.

El joven la miro con una sonrisa burlona y le dijo — Bueno, con todos esos papeles que llevabas, parecía  que te gustaba hacer estos trabajos para los profes.

En una lluvia de papeles ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora