Rock Me | Perrie Edwards | lesbico

Pequeña sorpresa.

— ¿Sabes que te odio? —le pregunté a Casey, mi pequeña hermana.

— Y yo te quiero mucho. —me abrazo, provocando que gruñera. No me gustan las demuestras de afecto.

Me duché, pues no lo había hecho durante 3 días y mi largo cabello rubio estaba asqueroso. Me despoje de mi ropa y me observe en el espejo.

Mis ojos cafés estaban más oscuros de lo normal, estaba un poco mas delgada y mi cabello ondulado me llegaba hasta la cintura. Observe mis tatuajes, mi brazo izquierdo estaba cubierto de ellos, y mi muñeca derecha tenía un pequeño león. Saque el pearcing de mi labio inferior, y también el de mi ceja izquierda.

Mi look era un tanto fuera de normal, un tanto punk, no era como si estuviera en la calle y todos corrieran asustados, en realidad, atraía a la gente, demostraba ser misteriosa y tener un lado oscuro, todos querían sacar mi lado amoroso, ilusos.

Me duché por unos 15 minutos, luego salí y me seque por completo. Elegí unos jeans ajustados oscuros y unas botas de combate negras. El pantalón ajustado estaba un poco rasgado en la rodilla, también elegí una musculosa negra, y en ella decía "Warning Undefined Explicit Content" dejando mis brazos descubiertos, también me volví a acomodar las perforaciones. Deje mi cabello en una desordenada cebolla.

Mientras me observaba en el espejo, sonreí, me gustaba como me veía. Tome mi celular y baje las escaleras. Mi hermanita estaba abajo, llevaba una camisa con la fotografía de las 4 chicas, los pantalones que eligió eran rosados y también llevaba una cinta en su cabeza, en esta decía "Little Mix". ¿Qué clase de nombre para una banda es ese?

— ¿Lista? —le pregunte. Ella asintió con la cabeza, bastante entusiasmada. Gire los ojos y caminamos rumbo a mi auto. El estadio quedaba a unos 15 minutos, y agradecí al ver que no estaba tan lleno. Tenia una paciencia de los mil demonios.

Una vez dentro del recinto me sorprendí al ver lo cerca que estábamos, ¿Cuanto dinero habrá ahorrado esta pequeña suricata? Juraría que éramos VIP o algo por el estilo.

Cuando el concierto empezó me dolía la cabeza, ¡Cuantas niñas chillonas! Me quede mirando a las chicas que estaban a poca distancia de mi. Todas eran iguales, bueno, para mi. Pero una llamó mi atención, su cabello era rubio, un tanto más claro que el mío, sus ojos eran azules, o celestes, no distinguía bien, pero sabía que era muy bonita, fue lo único que disfrute del concierto.

— Hey Blue, ya termino, vamos al M&G —dijo mientras me tiraba de mi musculosa.

— ¿Qué mierda es eso? —Casey giro los ojos, así que sólo me guió a no se donde. — Creo que ya entiendo, ¿Es donde te sacas fotos con ellas? —murmuré en su oído al ver a las otras chicas.

— Hola —le sonrió la chica morena a mi hermana. Le dieron autógrafos  hablaron por unos segundos mientras la abrazaban.

La chica rubia me miró por un momento, me sonrió y yo le devolví la sonrisa, aunque era bastante falsa, ella no lo noto.

— No seas tímida, ven. —me tomo de la muñeca y me arrastró hasta ellas. Nos sacamos unas, ¿dos fotos? ¿eso era todo?

— ¿Eso era todo? —les pregunté. Ellas me miraron extrañadas. — Es que pensé que sería más, pero bueno, que se yo sobre todo esto.

Tome a mi hermana y nos fuimos de allí.

{...}

Los rayos del sol impactaron en mi cara, tome la almohada y la tire contra la ventana. Me cubrí con las cobijas y seguí con mi sueño.

— ¡Levántate perezosa! —me gritó en el oído mi apreciada hermana. — Es tu turno de ir a comprar la despensa. —gruñí y me levante.

Me di una corta ducha, solo en el cuerpo. Ya me la varía el cabello.

Me vestí con unos pantalones no tan ajustados y una polera azul que decía "Miller". Unas vans negras y estaba lista. Tome mi celular y salí de la casa.

Tenía una lista en el celular de lo que debía comprar. Cuando llegue al supermercado tome un carrito y busque los que debía comprar.

Tomates, zanahorias, carne, ¿y los dulces? Bufé y fui a la caja con todo lo que necesitaba. La cajera me miraba raro mientras pasaba los productos.

— No me mires tanto que me gasto. —la cajera se sonrojo y le sonreí coqueta. Una vez todo listo fui a la dulcería más cercana. Un chocolate no le hace mal a nadie, ¿verdad?

Elegí unos chocolates amargos, además de un chocolate blanco, nunca está de más. Camine hasta el estante de las galletas y había una chica allí. ¿No era la del concierto?

— Oye, yo te conozco, eres de Litt... —la rubia me tapó la boca y me apego al estante, seguramente escondiéndose de algo. Levante una ceja. La chica se dio cuenta de la cercanía de nuestros cuerpos y se alejo vergonzada.

— Lo siento. —murmuró cabizbaja.

— Nah, no importa. —le sonreí. — ¿Qué fue eso?

— Fans. —murmuró mientras observaba por la ventana.

— ¿Estas en un apuro? —pregunté divertida. Ella asintió con la cabeza esperanzada. — Pues que pena. —me gire dispuesta a irme de allí. Pero la chica me tomo de la mano antes de que me fuera. Si hubiera sido otra persona le hubiera gritado y puesto en su lugar, pero no podía con esta chica. Ni idea.

— Ayúdame, y les compensare a ti y a tu hermana. —¿se acordaba de nosotras? pensé que los famosos jamás lo hacían.

— Vale. —la chica me sonrió. Antes de salir observe su atuendo. Rosa, rosa y más rosa. Corrimos hasta mi auto, le abrí la puerta del copiloto y luego subí yo. — ¿De verdad creías que podías confiar en mi? —dije mientras cerraba las puertas. La chica abrió los ojos bastante asustada. Reí a carcajadas. — Hubieras visto tu cara. —reí. — Es una lección para que aprendas a no confiar en cualquiera, tienes suerte de que soy una buena persona.

— Eres mala —murmuró.

— Lo se, ¿Cual es tu nombre?

— Perrie Edwards ¿y tu?

— Blue Walker. Y dime, Perrie, ¿A donde vas?

— Hotel Franklin. —musitó mientras me observaba.

— ¿Tengo algo en la cara? —pregunté burlona.

— Nada, solo que eres bonita. —me sonrojé ante la declaración. Negué con la cabeza, esto no era normal.

Una vez que llegamos ella me entregó su numero; — Por lo de tu hermana.

......

Espero que les guste este horrible capitulo <3

voten y comenten simples gusto, aunque sea alguna lectora? ;(