Capítulo 3: Bruno

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Suena el despertador, son la siete de , lo apago lo había puesto para salir a correr pero ya hice suficiente ejercicio ayer de noche.
Me entran escalofríos de pensar lo bien que lo pasé. Estiro el brazo para encontrar a Lucas y abrazarlo, pero en vez de él esta Cleo que se queja al notar mi mano y despertarla.

Me levanto y busco en la sala, en la cocina, en él baño...no está, ¿Donde irá a estas horas? Vuelvo a la habitación, me pongo un camisón, cojo él móvil y lo llamo. No coge.
Me preparo un café y cojo unas galletas para desayunar. Me acuerdo de la carta que cogí ayer de noche en él buzón y voy a por ella. Vuelvo a la cocina y la abro.

Sábado, 03 de Septiembre del 2017

Querida Carla:
Esta es la segunda vez que te escribo, espero estés recibiendo mis cartas. Me gustaría saber lo que opinas de ellas, seguro piensas que soy un loco o algo peor. Pero no puedo evitar tenerte en mis pensamientos cada día, me da pena no poder decirte a la cara que tienes la sonrisa más bonita que nunca vi. Gracias por sonreír y sigue haciéndolo siempre. Atentamente:

XxX

Esta carta me puso la piel de gallina, ¿como un extraño puede tener eses sentimientos hacía alguien que no conoce? La verdad que sus palabras son muy bonitas y despiertan mi curiosidad.

Término el café, recojo mi taza y vuelvo a llamar a Lucas que sigue sin cojer. No me puedo creer que le durasen tan poco las buenas intenciones. Cojo mi caja de lencería sexy y guardo mi carta con la otra.

Al final decido salir a correr, es mi día libre y no tengo otro plan mejor... Si mi novio estuviese en casa al menos... Me pongo una camiseta blanca, un pantalón corto y mis deportivas rosas. Salgo y bajo las escaleras, miro el buzón, no hay nada, así que salgo y empiezo la carrera.

Hoy no voy por el paseo, me apetece coger otra ruta y variar un poco. De repente se me viene a la cabeza Nancy, su tatuaje, si se lo hizo aquí a lo mejor podemos saber quien se lo hizo y que significa, creo que no hay muchos tatuadores en la zona y Nancy era una chica para recordar, si alguno la tatuó seguro no se olvidó de ella fácilmente.

Paro de correr, cojo él móvil y llamo a Diego.

-¿Quién? -

-¿Como quién? te sale mi nombre en la pantalla, memo- Le digo vacilona.

-No te tengo grabada en mi agenda,lo siento no eres tan importante- Será...Subnormal.

-¿Podemos quedar?-Le digo ignorando su estúpido comentario--
Creo que tengo algo que nos puede ayudar-

Quedamos en vernos delante de su casa, me pasa la ubicación por el wassap, nunca estuve allí, lo veo de lejos, sentado en un banco. Lo saludo con la mano, se levanta y viene hacia mí.

-Pareces la "Spice Girl" deportista- Me dice mofándose. Le pongo cara de eres idiota y le empiezo a explicar lo que tengo en mente. Esta muy atento a lo que le digo, sonríe, sus ojos brillan de emoción.

- ¡Eres tremenda! Me alegra saber que esa cabeza sirve para más a que para lucir melena- Lo miro seria, le doy un manotazo en el brazo y él se lo agarra fingiendo dolor. Nos reímos, parecemos dos payasos.

Me invita a entrar en su casa, vamos a buscar en el ordenador todos los centros de tatuajes que hay en el pueblo. No creo que haya muchos...

Diego vive en una casa individual en una urbanización. Al entrar hay un pequeño recibidor, en él tiene una estantería con un espejo encima muy bonito, encima de la estantería tiene un recipiente alargado con tres velas dos malvas y una gris, todo colocado con mucho gusto. Hay una puerta a mi izquierda, la abre y entramos, dentro esta él ordenador en lo que viene a ser su despacho. Es precioso, me encanta la decoración, tiene maquetas de coches, aviones, barcos...me entretengo investigando cada detalle y me muero de curiosidad de saber si todas las maquetas las montó él. La verdad me parece muy torpe para hacerlo, solo hay que ver todas las veces que se le cala el coche al arrancar.

CARTAS EN MI BUZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora