Akko (LWA Fanfic)

Aparece, por favor

Hola querida Atsuko
¿Me recuerdas? Soy Andrew, tu viejo amigo.
Solo quiero verte una vez más...

—Andrew, hoy te noto serio.— dijo Frank acercándose a su amigo quien observaba perdido la luna menguante.— Bueno, más de lo normal.— pronunció reflexivo. El pelinegro ignoro sus palabras.— Vamos amigo, deberías estar feliz; hoy le pedirás matrimonio a la hermosa Diana Cavendish y...— volteo a ver a su amigo, comprendió lo que sucedía.— Ya veo, no has sacado a Akko de tu cabeza ¿Eh?

Andrew reaccionó al escuchar ese apodo nuevamente ¿Olvidarla? ¿Cómo era eso posible? Esa chica apareció en su vida como un fuego artificial, veloz y llena de colores y alegría.

No sé cómo decirte, que aún sigo pensando en tu sonrisa; en esa manera tan enérgica de moverte, en la forma que siempre me logras convencer de que tienes la razón.

—Te equivocas Frank, Akko no fue más que una buena amiga. Te aconsejaría no inmiscuirte en mi vieja relación con la señorita Kagari.— tomó el libro que estaba leyendo y se retiró de la habitación. Frank suspiró ¿Por qué su amigo simplemente no lo admitía? Y ahora solo por eso, seguramente se quedaría condenado a estar con una mujer que él no ama.

Mientras te escribo esto, sé que voy perdiendo la cordura. No es correcto escribirte, no ahora con tanta farándula persiguiendo a mí apellido. Pero en serio, tengo ganas de verte, aunque sea una vez más y que luego nos despidamos para siempre.

Mientras el joven avanzaba hacia dónde estaban todos los invitados que presenciarían el como Andrew le pediría matrimonio a Diana. Se sentía asfixiado, tantas personas con sacos elegantes y risas poco modestas ¿Ahora resulta que a todos les importaba con quien se comprometiera? Ninguno de ellos lo ha ayudado cuando ha llorado. El sonido del choque de copas le irritaba sus oídos.

—Andrew.— saludó una voz cálida a sus espaldas. Regreso a ver, era Lotte. Su corazón empezó a palpitar velozmente, un gramo de esperanza de ver a Akko por ahí creció. Se acercó a la chica con lentes.— Que gusto verte. La noticia de tu compromiso sorprendió a todos al parecer.— dijo con voz suave.

—Sí.— respondió con amabilidad.— ¿Y cómo es que tengo el placer de verte aquí? No creo que mi padre te haya dejado pasar sola.— Lotte río, era bien sabido que el Conde de Hanbridge no soportaba a brujas en su mansión.

—Vine con Frank.— respondió con sencillez tomando por sorpresa a Andrew.

—Vaya, no sabía que ustedes dos ya estaban juntos.— dijo en tono neutro. La chica volvió a reír, el pelinegro se quedó pensativo.— ¿No ha venido Akko contigo de casualidad?

Quiero que me hagas hacer locuras contigo como en los viejos tiempos, llenar nuevamente mi vida de aventuras y no de esta gris aristocracia. Que aparezcas aquí con tu vestido rosa y me vuelvas a enamorar de la forma menos normal. Quiero volver a sentirme loco por alguien.

—N-no. Lo siento.— contestó aturdida Lotte por aquella pregunta. Vio la mirada del chico palidecer un poco.— ¿Sabes? Muchas en la academia asumíamos que al final te quedarías con Akko; por eso nos sorprendimos que fuera con Diana tu compromiso.

Necesito que vengas y me reclames, porque yo soy tuyo, siempre fue así. Y sin ti aquí, no hay nadie que me de fuerzas para desafiar a la sociedad.

Cuando Andrew se logró escabullir entre todos los invitados se dirigió a una sala hasta el fondo de su mansión, abandonada desde ya bastante tiempo, donde guardaba el viejo piano que su padre le había prohibido tocar ya años atrás.