Serendipia [Miraculous Ladybug]

Capitulo unico

Los últimos días durante las clases se podía sentir en las nubes, mucho más de lo que habitualmente podía llegar aquel estado mental de un sinfín de divagaciones; Desde sus últimos fracasos, sus aciertos, sus deberes en la escuela y sobre todo su responsabilidad como heroína de París, y, para esas fechas algo se agregaba a aquella lista; El próximo examen de ingreso para Ecole De La Chambre Syndicale, una de las más prestigiosas escuelas de moda en Francia.

Aquello en definitiva lo podía manejar, después de todo resultaba bastante buena cuando de trabajar bajo presión se trataba.

Pero, nada de eso era realmente en lo que su cabeza se enfocaba en aquellos instantes.

Observó como Adrien giraba levemente el rostro y la miraba de reojo, adivinando que ella no había olvidado su encuentro anterior. Un escalofrió recorrió su espalda cuando la profesora Bustier carraspeó, llamando la atención de unos cuantos que desatendían la clase.

― Bien, como les decía, la serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta ― Se dejó caer en la silla de su escritorio, viendo a sus alumnos con una sonrisa ― ¿Algún ejemplo? ― Preguntó.

Alya levantó la mano casi de manera automática, la profesora le dio la palabra.

― Seria, por ejemplo ¿El viagra? ― La risa de Kim y Max al fondo del aula no se hizo esperar, mientras que los restantes solo rodaban los ojos.

En definitiva, a pesar de los años, no madurarían.

― Así es, el viagra en primera instancia era para combatir un padecimiento cardiológico, pero como saben las cosas terminaron de otra manera y hoy en dia se usa para otros propósitos ―.

Marinette enarcó una ceja mientras sus pensamientos se volvían a hundir, pero esta vez aquella extraña palabra resonaba en su mente.

Pues, el descubrimiento de que Chat Noir era nada más y nada menos que Adrien Agreste había sido completamente inesperado, pero no sabía si aquello era algo que se pudiera denominar como afortunado.

La situación claramente no lo era.

Desde hacía unas semanas atrás, Adrien se había ofrecido como tutor para ella para su próximo examen de admisión y había quedado encantada con aquella propuesta.

Adrien podía tener un vasto conocimiento sobre la moda, además que en las ramas de tronco común era un excelente tutor, eso lo sabía por su propia experiencia en cursos pasados, donde había aprendido a hablar con él sin titubear de más.

Y todo había ido excelente, él le acompañaba dos días a la semana a su hogar donde ambos comenzaban aquellas pequeñas clases, él joven modelo se había quedado fascinado con la hospitalidad que tenían los padres de Marinette con él, así que un día cuando ambos se encontraban atareados con pedidos, no dudo en ofrecer su ayuda.

Ese día los Dupain-Cheng les encargaron la tienda entretanto ellos se dirigirían a hacer entregas no muy lejos de ahí.

Pero bendita suerte del gato negro, aquella que en esos momentos ella no sabía que el portaba, se hizo presente.

No eran ni las seis de la tarde cuando Adrien desde el baño escuchó un grito proveniente de la panadería.

Se preocupó al instante, pero también se extrañó que fuera un grito medianamente varonil, por ende, esperaba que nada malo hubiese ocurrido con Marinette.

Y, antes de que pudiera abrir la puerta que daba directamente con el mostrador, escuchó un quejido que claramente era de su amiga.

Sin dudarlo, se transformó en su alter-ego Chat Noir y salió en su defensa, propinándoles una paliza que esperaba no olvidaran en un buen tiempo.