POV Camila
-Nos lo jugamos a piedra, papel o tijera. –Dije desafiante, levantándome del sofá para acercarme a ella. Esta noche su vestido de siempre le sentaba especialmente bien, el concierto en Houston había sido increíble y nosotras aún llevábamos la ropa de la actuación. Ally, Normani y Dinah ya se habían cambiado y nos estaban esperando, íbamos a ir a casa de Normani a pasar un rato todas juntas con su familia.
-¿Tienes miedo de que te de una paliza y me toque elegir a mí, Jauregui? –Provoqué un poco más, poniendo mi mano en forma de karateca a punto de romper un ladrillo por la mitad. Lauren seguía quieta mirándome agotada, con esa mirada que se le da a alguien que te está cargando demasiado.
- Si gano yo- Le dije- Tendrás que ser mi esclava y hacer todo lo que te diga durante todo un día. Y si ganas tú…también tendrás hacer lo que yo quiera – Bromeé un poco.
-Sí, claro, si gano yo soy tu esclava y te limo las uñas de los pies, no te jode. –Lauren parecía un poco cansada con todo esto, pero ella se lo había buscado. Llevábamos así dos semanas, un pequeño juego o un pequeño reto y la ganadora elegía lo que la otra tenía que hacer. No valían noes como respuesta, no había límites.
-Si gano yo, quiero que cuando lleguemos al hotel cantes tan fuerte que alguien tenga que venir a llamarte la atención. – Me dijo con una sonrisa maliciosa, mientras comenzaba a ponerse ropa más cómoda.
-¿En serio? –Me daba un poco de vergüenza que alguien tuviera que venir a pedirme que me callara, pero fingí que me la traía al pairo -Bah, he hecho todo un meet and greet con la bragueta bajada por tu culpa, ya puedo con cualquier cosa. –Dije intentando sonar segura de mí misma.
Todo esto comenzó cuando un fan le escribió un comentario a Lauren en su Twitter, le decía que desde que había comenzado este año 2014 estaba más seria que de costumbre, le ponía que seguramente era de las que elegía verdad en el juego de verdad o reto. Y eso hirió el orgullo de Lauren. Recuerdo cómo se levantó rápidamente de su cama del bus, hecha un torbellino y cuando me vio en mitad del pasillo me cogió por banda y me dijo: “¿Tú crees que soy una aburrida, que no me arriesgo, que no aceptaría un reto porque sí?” Yo me reí, estaba tan alterada que me causaba risa, era tan fácil de provocar, se irritaba con tanta facilidad…Al principio, cuando se enfadaba por las cosas que le decían los fans, nos daba miedo, pero ahora nos lo tomábamos mucho mejor, incluso la picábamos nosotras también. Así que cuando llegó con esa pregunta, mi lado más malicioso se activó y decidí fastidiarla un rato. La verdad es que no pensé que esto acabaría así.
Le dije algo así como “Lauren…no quiero que te lo tomes a mal, pero es cierto que últimamente el único riesgo que corres es el de ponerte unos tacones de 10 centímetros, cuando te conocí pensaba que eras más aventurera y que vivías la vida más a tope” Ella se quedó callada, le ardía la mirada y sabía que era por mi culpa, ahora sé que desaté al monstruo. “Así que eso piensas – Me dijo –Al principio me ha dolido, pero quizá tengáis razón…aunque tú tampoco te libras, últimamente también estás más aburrida que nunca, Camila. Así que si yo caigo, tú caes, o lo que es lo mismo, te reto a que aceptes todas las pruebas que te ponga sin rechistar, yo aceptaré las tuyas a cambio. Cabello, vas a desear no haberte cruzado conmigo”
-¡Piedra, papel o tijera, uno, dos y tres! –Lauren aplastó mis preciosas tijeras con su malvada piedra. –Recórcholis –Maldije muy seria.
-Sabes, después de que hagas el ridículo en el hotel, creo que tu siguiente reto será decir una palabrota de verdad en cada frase que digas. Me muero por ver el Q&A que vas a hacer. –Lauren se reía a más no poder ante su idea. Recé porque se le olvidara pronto y no me hiciera pasar por eso, además, ella es la malhablada, no quiero tener que robarle su papel.