XLII

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—¡No! Era como nuestra luna de miel.
 
—¿Por qué una luna de miel?  Ustedes no estaban casados.

—Asi yo le consideré. Catalina me rechazaba,  pero después de que supo que no la dejaría ir,  tuvo que resignarse y cumplir sus deberes como futura esposa,  entre ellos mantenerme feliz con el sexo. 

—¿Abusaste de ella?

—Sólo cuando era necesario y no quería hacer lo que le pedía.

—¿Cada cuándo era eso?

—Al principio de que llegamos a esa casa fueron...  todos los días.

MENTE OBSESIVA || MENTES QUEBRADAS I || #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora