La historia comienza en Wellington, Nueva Zelanda. Aien, una joven de 20 años que vivía con su padre no podría imaginar lo que ocurriría en tan solo 30 mn.
11:00 AM
Aien regresaba, como era de costumbre, al terminar sus clases, solo que esta vez regreso más temprano de lo normal.
Regresó al trabajo de su padre corriendo a toda prisa para ver a Jack, su novio, el cual trabajaba ahí como mensajero de medio tiempo para poder estudiar en las tardes. Aien siempre corría como si no hubiera un mañana, como si el planeta entero se fuera a romper si no se miraban cada tarde. El tiempo que pasaban juntos era algo tan valioso que ninguno de los dos estaba dispuesto a desperdiciar ningún segundo.
11:15 AM
Cuando Aien por fin llego al edificio, lo primero que hizo fue ir a saludar a su padre, quien no se encontraba en ese momento. Dejo las cosas en la oficina y, sin perder más tiempo, salió a buscar a Jack.
Tomo el elevador y bajo hasta el piso de mensajería, el ultimo para ser más precisos. Bajo del elevador, camino hacia la puerta, y frente a ella, arreglo su cabello. Antes de cruzar la puerta que los separaba, inhalo y exhalo dejando salir el aire de sus pulmones lentamente.
11:20 AM
Sin pensarlo más abrió la puerta con extremo cuidado. Aien quedó paralizada al ver lo que adentro acontecía. Su alegría se fue como arte de magia, sus ojos y su cuerpo pasmados no sabían si llorar, correr, gritar o las tres al mismo tiempo. De lo más profundo de su ser, tomo fuerza, respiro hondo y, con voz triste pero fuerte, dijo:
-¿Qué está pasando aquí Jack?, ¿Por qué... por qué esto? - Pero antes de que pudiera decir más las lágrimas ya comenzaban a brotar de sus ojos .
-¡Puedo explicar esto, Aien! – Gritó con voz temblorosa Jack, soltando a la mujer que tenía entre sus brazos al mismo tiempo que apartaba sus labios y volteaba a ver a Aien.
Sin embargo, cuando Aien escucho esas palabras salio corriendo del lugar. Tomo el elevador yjusto cuando las puertas se cerraban, apareció Jack diciendo, entre jadeo y jadeo, únicamentelo siento.
Aien se rompió al oír ese simple par de palabras, se deslizo hacia el suelo dejando caer en este cada vez más lágrimas, una tras otra, cada vez más seguida una de la otra.
"Todo comenzará" le susurró de la nada una voz. Alzo la mirada y vio, como de un momento a otro, un hombre con capa negra y sombrero de copa alta desaparecía. No pudo ver nada mas, sus ojos estaban demasiado irritados e hinchados. De seguro debió ser porque, a pesar de haber llorado muy poco tiempo, se tallaba los ojos sin cesar.
11:25 AM
Se levantó y corrió hacia la salida del edificio, abrió la puerta y sin reparar ni un momento en lo que estaba haciendo, tomo a un taxi para regresar a casa. Ya no quería permanecer mas tiempo en ese maldito lugar
Sin que nadie mas pudiera predecirlo, se escucharon campanas y justo en ese momento todo comenzó a detenerse como si alguien simplemente tomara el control remoto y pausara aquella escena.
Aien dio media vuelta, miro a su alrededor y aun no podía creer lo que ahí ocurría. Sus oídos se toparon con miles de voces que decían en unísono "¡Es momento de ir! ¡Es momento de ir!".
Asustada, corrió hacia el edificio de su padre, pero antes de que pudiera llegar, salieron cientos y cientos de hombres altos, con capa negra y con sombrero de copa alta. Obligada a apartarse del camino, se pegó al edificio y sin mirar a ninguno de aquellos misteriosos y desconocidos hombres, sintió como la miraban con insistencia, como un asesino mira a su víctima. "¡Es momento de ir! ¡Es momento de ir!" no paraban de decir. Cerró los ojos, coloco ambas manos en sus oídos y se hizo un ovillo en el suelo.
De pronto , todo regreso a la normalidad, la gente andaba con normalidad, no había hombres ni nada que se le pareciera.
Pensó que quizá serian alucinaciones suyas así que sin pensarlo mucho se levantó del suelo y se percató de que tenía la boca muy seca cuando trato de pasar saliva sin tener un buen resultado.
Un poco más tranquila entro en el elevador y dentro había una nota sobre un botón que decía "no aprietes más de tres veces". Al ver la nota Aien se rio, quito la nota y bajo la mirada al suelo, donde se sorprendió al encontrar un anillo que tenía gravado con letra cursiva "me perdí..." Lo tomo entre sus finos y delgados dedos colocándolo poco a poco en su dedo anular. Tras observarlo un momento oprimió el botón y al mismo tiempo una voz exclamo una voz enojada pero con un poco de preocupación "¡Pero qué sucede maldito elevador!"
11:30 AM
El elevador apago las luces. Aien grito lo más fuerte que pudo pidiendo auxilio pero no funciono. El elevador hizo un crujido espantoso al mismo tiempo que iba subiendo endemoniadamente. Sin previo aviso la luz regreso pero ya no existía más el techo, se podían ver las nubes, los edificios y toda la ciudad. Aien estaba muy asustada y se sorprendió cuando se percató de que seguía subiendo cada vez más. "Este es tu destino" le indico una voz seguido del tintineo de una campana.