¿Papá? •jb•

3. Otra semana

Justin's POV

Un lunes a la mañana era lo que muchos querían quitar de sus vidas pero yo sin embargo, amaba los lunes y el todas las mañanas de la semana.

La veía. La veía entrar, pedir, sentarse y beber su café tranquila. Pero luego de la noche del sábado no iba a ser igual, me había llevado mucho tiempo coger valor para hablarle y ahora por fin lo había hecho.

Ya era mía. Pensé mientras miraba mi reloj. 2 minutos y Emma aparecería por la puerta con una sonrisa dirigida a Rick.

Justin miró a Octavia, una de las mujeres que también venía toda la semana a la cafetería. En comparación con Emma, Octavia me echaba miradas de más. Siempre sentía su voz en mi oído mientras mis ojos se concentraban en Emma.

—Justin...—Escuché que me llamaba. Rodé los ojos y fingí una sonrisa mientras me daba la vuelta para mirarla a los ojos.—¿Por qué no te sientas conmigo hoy?

—Porque se va a sentar conmigo.—Dijo alguien al otro lado. Me di la vuelta para ver a Emma tomando asiento frente a mi con un café en mano.—Buenos días Octavia.

Octavia la miró de arriba abajo pero no contestó.

—Wow...—Susurré mirándola con una sonrisa.

—¿Llegué tarde?—Preguntó.

Miré mi reloj.—No, justo a tiempo.

Ella rió y saco el periódico de su bolso,  miré cada fracción de su rostro, cada centímetro de su piel. Recordé el sabor de sus labios contra los míos, los besos que nos habíamos dado en mi apartamento de arriba.

—¿Cuándo va a ser nuestra segunda cita?—Pregunté distraído. Ella levantó sus ojos del periódico.

—¿Tan desesperado estás para tener sexo?—Emma negó con la cabeza y volvió a bajar la mirada.—Van a hacer la misma fiesta todos los sábados.—Dijo de la nada. Asentí con la cabeza y me sobresalté cuando sentí un pie en mi entrepierna.

—¿Qué...?—Emma negó con la cabeza y sonrió. Apreté los labios y los puños haciendo que mis nudillos se pusieran blancos. ¿Cómo podía...? Mierda, mi entrepierna comenzaba a ponerse demasiado dura y tenía que trabajar en 10 minutos.—Emma...

—Te veo en la puerta de tu apartamento.—Dijo antes de agarrar sus cosas y salir de la cafetería.

—¿Ya te vas?—Preguntó Octavia cuando me puse de pie poniéndome unos libros en mi entrepierna para que no se notara la excitación. Asentí con una sonrisa como si me hubiera dado un regalo que estaba esperando.

—Sí, tengo que ir a la biblioteca.—Le dije caminando marcha atrás. Ella asintió y se puso de pie también cogiendo sus cosas. La sonrisa se borró de mi rostro al instante.

Me apresuré a salir de la cafetería y abrir la puerta del edificio. Joder, sentí la voz de Octavia detrás de mi. Las llaves de me cayeron pero las cogí rápidamente abriendo la puerta.

—¡Justin!

Cerré la puerta y me quedé apoyado contra ella una fracción de segundos con la respiración entrecortada. Si esa mujer me hubiera jodido lo que está a punto de pasar la hubiera matado con mis propias manos. Emma se asomó a más escaleras con una cara de ¿por qué tardas tanto? Asentí y subí las escaleras hasta donde estaba ella.

La cogí por la cintura y pegue nuestros labios mientras pegaba su espalda contra la pared. Los libros se fueron al suelo y Emma se agachó a cogerlos mientras rozaba su cuerpo contra mi polla dura.

—Un buen amigo...—Susurró dejando un beso sobre la tela. Tiré mi cabeza hacia atrás y agarré los libros rápidamente caminado hacia la puerta de la habitación.—Justin...—Susurró contra mi espalda abrazándome.

—Joder...—Abrí la puerta y la cerré con su cuerpo cuando la tire contra ésta pegándola a mi. La mano de Emma bajo hasta mi pantalón cuando mis labios buscaron los de ella desesperadamente. Gemi moriendo su labio suavemente, me encantaba.

—Es...tan grande.—Murmuró de repente cortando el beso y bajando suavemente hasta la bragueta de mi pantalón.—Tengo tanta hambre.

—¡Dios!—Susurré cuando su piel tocó mi polla libre ahora.—Cuidado con los dien...Joder, sí...—Dije cuando su boca cubrió la cabeza de mi polla. Se sentía tan bien, no recordaba la última vez que me habían hecho una mamada así espontáneamente. Tiré la cabeza hacia atrás pero no por mucho tiempo, quería ver su cara mientras se metía más y más de mi polla.

—Mh...—Ronroneó ella. Cogí su pelo y tiré de éste moviendo su cabeza de atrás para adelante. Me separé un poco de la puerta y apoyé una mano contra ésta para apoyarme.

—Emma...—Susurré. Sentí como su lengua se movía contra el tronco de mi polla. Sus labios llegaron a la cabeza de mi polla y succionó con fuerza haciéndome gemir. Sonrió y se puso de pie, me empujó hasta la cama y se colocó sobre mi.

Cogí su culo con mis manos y apreté sus nalgas. Había visto tantas veces este hermoso culo entrar y salir de la cafetería que me costaba asimilar que ahora estaba sobre mi.
Emma se puso de pie y se bajo los pantalones junto a las bragas, joder esa mujer era tan hermosa.

Se volvió a poner sobre mi pero estaba vez, puso su coño en mi boca y supe que era lo que quería. Sonreí y escupi un poco su coño antes de sacar mi lengua para lamer todo su húmedo coño.

—Mh...—Murmuré.—Tan deliciosa.

Mis brazos empujaron sus caderas más contra mi boca saboreando todo su feminidad. Moví mi lengua sobre su clítoris y succione con la misma intensidad que lo hacia ella en mi polla. Emma gimió pero no separó su boca de mi masculinidad, sonreí cuando metí mi lengua en su coño y la moví haciendo que Emma temblara y se viniera en mi boca.

Quise seguir con mi trabajo pero fue imposible cuando Emma comenzó a mover sus manos de arriba abajo y a chupar con más fuerza.

—Mierda...—Jadeé y me vine en su boca. Sonreí y le di una palmada en el culo antes de que se pusiera de pie con las piernas temblandole.

—Quiero que me lleves a cenar esta noche.—Dijo poniéndose el pantalón.

—¿Disculpa?

—Tenemos que terminar esto pero tengo que trabajar.—Sacó un papel de su cartera y anotó algo en éste.—Te dejo mi número, llámame. Buenos días, Justin.

Emma salió por la puerta dejándome allí, satisfecho y confundido.

Espero les esté gustando. ❤