UN OMEGA PARA DOS DICTADORES/yaoi/

CAPITULO 2

Narra Ángel

-Ya me puse la ropa así que bajemos- estaba tan emocionado que me hacía temblar, tome el hombro de Mateo para bajar al primer piso, ojalá no halla exagerado con lo que dijo quiero mis autógrafos, -me enojare mucho si lo que dijiste fue mentira Mateo- sería una gran decepción que solo fuera una farsa para que saliera, y sería el mejor final para un día tan horrible y vergonzoso como lo fue hoy.

Una vez habíamos salido del departamento, parecía que todos mis vecinos salían hacia la fiesta así que tuve que esperar a que todos bajarán, ya que no podíamos atravesar el estrecho pasillo y ascensor, toda la espera solo hacía que mi alegría y emoción subieran mas, mientras Mateo me hablaba de cómo había traído todo en camiones con ayuda de mis compañeros de clase, lo cual me seguía sorprendiendo y cuando al fin todos habían bajado era nuestro turno, presione el botón del primer piso con tanta desesperación que Mateo se rió de mi.

-Te divertirás como nunca antes tenlo por seguro, cuando te he engañado?- fingiendo esa inocencia que me asustaba, era una premonición de que me haría hacer algo humillante, comencé a dudar de lo que pasaría en esa fiesta.

-No recuerdas cuando me dijiste que iríamos con tu familia al viejo continente?, y resulto que fuimos a un restauran temático del viejo continente?- no le perdono eso, ya tenía listas mis maletas, y hasta había comprado una cámara para tomar fotos, -bueno esa vez no especifique bien el lugar, pero esto es diferente solo sal a la calle y veras- aunque lo diga con confianza desconfío de el en esta situación, podría ser una broma de él y los alfas bromistas, seguro cuando salga a la calle me tiraran miel y plumas como broma universitaria lo vi en una peli.

El ascensor ya llegó al primer piso

-Hee creo que aún tengo sueño, mejor diles que estoy enfermo- los alfas de mi clase son bromistas, pudieron haber planeado una broma para mi y no me quiero arriesgar, ahora recuerdo como le pusieron una falda a Alex y le pintaron la cara como payaso, haciéndolo desfilar por los pasillos de la universidad con un cartel que decía "lobo tramposo", ese día le pregunté a uno de mis compañeros que participaron en la broma, y el solo me dijo "Alex hizo lo que no debe hacerse, es injusto para los demás por eso está pagando". Él se fue antes de que pudiera preguntarle más -ya estamos al frente de la puerta no vas a retractarte ahora, todos te esperan afuera- me alza en sus hombros como un saco de papas, y me lleva contra mi voluntad hacia la entrada de mi edificio.

-No quiero, me harán una broma como a Alex déjame ir!- gritaba como niñito de nuevo, pero Mateo no me quería bajar, que haré?! no quiero que me hagan una broma este día, en el que casi veo a los dioses -lo de Alex fue diferente, aunque si se relaciona contigo pero debes estar tranquilo es solo una fiesta, ellos nunca te harán bromas- Mateo estaba a punto de abrir la puerta, y lo único que se me ocurrió fue cerrar los ojos por miedo de lo que encontraría afuera, cuando escucho la puerta abrirse y siento como Mateo camina hacia afuera, en mi piel se siente el frió de la noche, me suelta y me deja en el piso pero aún no quiero abrir los ojos -oye abre los ojos y mira la fiesta-.

Bueno ya era tarde para huir, no tuve más opción que abrir los ojos esperando la miel y las plumas, pero me encontré con una fiesta que ocupa cada extremo de la calle y tenía todo lo que Mateo me había contado.

-Que te parece Ángel?- apareció Alex entre la multitud junto con mis demás compañeros, los cuales estaban a su lado y parecían muy ansiosos de mi respuesta, -como trajeron a toda esta gente y la música aquí? y la fiesta ocupa toda la calle, que tal si llega la policía?- la fiesta se podría arruinar si algún vecino se queja, y estoy seguro que lo harán porque mis vecinos no aguantan la música ni siquiera un poco de ruido, no quiero recordar aquella vez que me partí el pie con la silla, y uno de mis vecinos llego a quejarse de que había hecho mucho ruido al gritar.