Capítulo 1 ¡al aeropuerto por favor!

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Son aproximadamente las 7 de la tarde, el cielo está parcialmente nublado pareciera que desahogará su llanto en cualquier instante, así que me dispongo a terminar rápido con mi maleta. Hoy a las 11 de la noche parto a una conferencia de ciencias en el extranjero.

(tititi,tititi,tititit suena la alarma) mi alarma suena a lo lejos en la sala, camino hacia a ella para apagarla, las 8, tengo media hora para prepararme y salir camino al aeropuerto.

Voy al baño donde tengo un gran espejo de cuerpo completo, veo mi conjunto, una falda gris que no traspasa mis rodillas, con una textura sedosa. Una blusa color azul pastel la cual hace que mi morena piel resalte entre la oscuridad. Solo falta agarrarme el pelo y maquilarme.

Me maquillo "al natural" y doy el toque final con un labial rojo carmesí efecto matizado. Termine peinándome una media coleta y me coloque un broche con diamantes brillantes dándome un aire más relajado.

Me pongo unos botines cafés, agarro mi maleta, mi bolsa de mano y le hablo a mi perro, una bola de pelos blanca con algunas motas de color café y lo meto en su jaula portátil.

-vamos! ¡Buen chico-le digo mientras lo apremio con una caricia- te voy a extrañar eclipse! *le puse así porque él es el sol y yo la luna*.

Antes de salir repaso todo para revisar que no haya olvidado nada, cierro la puerta y me da tristeza dejar mi casa sola.

Bajo los grandes escalones de mi edificio, ubicado al centro de la ciudad. Un edificio viejo y descarapelado por el sol con un ambiente un poco tenso ya que es de noche y la inseguridad aumenta a estas horas. Para evitar estar más tiempo ahí, hago la señal a el primer taxi que pasa.

-Buenas noches, al aeropuerto por favor, antes haremos una parada aquí a algunas calles-contesto.

-disculpe, ya no llego hasta el aeropuerto, ya no es mi territorio - contesta el chofer educadamente.

-entonces sólo a unas cuantas cuadras de aquí, yo le indico dónde-

Pasan unos diez minutos en silencio cuando todo se rompe con mi grito:

-¡Aquí!... perdón estaba distraída- el chofer se sobresalta pisando el freno causando un ruido que llama la atención de todas las personas de nuestro alrededor. Pago el servicio y me bajo del taxi.

Toco el timbre en una casa color beige, con unas jardineras que resaltan por toda la variedad de plantas que se alojan en ellas: la casa de mi madre. Se escuchan los taconcillos a paso acelerado de mi madre, cuando se abre el cerrojo, puedo ver su cara. una piel morena cómo la mía, con unos lindos y carnosos labios y unos ojos verdes miel.

- Celeste, amor! pensé que llegarías más tarde- contesta con su dulce voz.

-No, eh llegado temprano, no había tanto tráfico. - mi madre me invita a pasar y cierra la puerta detrás de mí.

-no me tardo solo me pondré zapatos- dice mientras sube las escaleras que dirigen hacia su cuarto.

Mientras yo cotilleo un poco la sala, veo las fotos de mi padre quien falleció el año pasado y recuerdo todos los bellos momentos la verdad a pasado muy poco tiempo y mi madre se ve totalmente...

Mi madre baja las escaleras con bolso en mano, lista para salir y acompañarme al aeropuerto.

-eclipse tiene comida suficiente para dos días- le digo mientras vamos camino allá.

-claro lo cuidare como a un hijo, de regreso le comprare más comida- me contesta ella, sin distraerse del camino.

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