Adiós Alfred

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Teressa comienza a hablarme de como eran sus días en el manicomnio,mientras yo sigo anotando todo,me cuenta que ella solía leerle libros a los pacientes,también me dice que hay una habitación a la que nunca se animó a entrar,era la de la paciente que apuñaló a la médica.Le propongo que entre conmigo,para que tome más coraje,así que me guía y nos dirijimos a la habitación,cuando llego me doy cuenta que esta es más grande que las demás que vi,tiene un gran candelabro y sólo cuenta con una cama,a Teressa le llama la atención la puerta,es más grande y elegante que las demás,se acerca a la puerta
-¡Qué extraño!-Dice ella,avanza cautelosamente-¡Que puerta más pesada!-La toca al hablar y se cierra de pronto con un golpe
-¡Dios mío!-Me desespero-No tiene picaporte del lado de adentro¿Cómo?Nos han encerrado a los dos
-A los dos no,sólo a uno-Teressa pasa a través de la puerta y desaparece.

"El miedo a morir nos dio las vacunas;el miedo a no ser superiores nos dio la guerra;el miedo a la soledad nos dio amigos y familia;el miedo a no tener certeza de algo nos dio los mitos,que es preferible que en eso se queden"

El ManicomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora