Cuento de hadas [Bleach Fanfic]

Capítulo único: Cuento de hadas

¡Buen día a todos!

Como algunos saben, este fue mi primer fanfic de Bleach y hoy será re-escrito (y re-adaptado) con mi nuevo estilo de escritura tras 8 años de su primera publicación. Espero que disfruten de esta versión renovada que fue publicada como segundo capítulo en fanfiction y como el primero en Wattpad.

Disclaimer: Bleach pertenece a Tite Kubo-sensei.

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CAPÍTULO ÚNICO

CUENTO DE HADAS

Todo había terminado. La batalla contra Yhwach concluyó con bajas, pero una era oscura había quedado atrás dando paso a la paz en la Soul Society y también a los nativos de Karakura que estuvieron envueltos en ella. Kurosaki-kun obtuvo nuevas habilidades y a pesar de continuar como shinigami sustituto por sus genes, no continuó trabajando en nuestra ciudad; aun así recibió un documento de Kyoraku-san, el nuevo capitán general, de que cuando llegue el momento de su muerte podrá ser enlistado en el Gotei 13, llegando a ser uno de los futuros capitanes...

– Kurosaki-kun... – Susurré entre el doloroso llanto. – ¿Por qué?

Cada vez que pensaba en él sentía una presión en mi pecho, algo que me quemaba desde lo más profundo del alma. Siempre había pensado que tenía razón, como cuando hablé con Rangiku-san, él la amaba. Demasiado. Pero el admitir esa realidad, resultaba aún más doloroso...

– Al final, sólo somos amigos.

Sí. Sólo era una amiga para él. Después de nuestro regreso, tuvo un tiempo a solas con Kuchiki-san. Probablemente había confesado sus sentimientos. El verlos me hizo sentir como si mi mundo se hubiese derrumbado. Me sentía tonta, incluso egoísta por pensar que había sacrificado tiempo y esfuerzo por él. De alguna forma me sentía utilizada, aun cuando siempre aseguré que hacía las cosas por mí misma o por otros, ¿acaso mentí?

Espero que él no se haya dado cuenta del cambio que hubo gracias a mis celos. Lamento que ahora nuestra amistad se arruine y no sólo entre nosotros, sino también con el resto. No tenía derecho a decir ahora algo.

Con dificultad, la desaliñada joven se levantó del piso, observando el pequeño departamento en el que vivía desde hacía varios años. Era un desastre; estaba sucio, vacío y con todo regado.

Sujetó su estómago, este imploraba por algún alimento. Su tristeza era tanta, que desde hacía tres días, tras su evento de graduación en la preparatoria, no había comido nada.

Ya no sentía esperanzas ni una felicidad sincera, la radiante princesa se había ido para dar paso a una chica de aspecto solitaria que apenas logró pasar sus exámenes finales. Incluso su mejor amiga, tuvo que ir a verla varias veces para que no faltase a clases, sin lograr mucho éxito.

– Me siento sola... Tatsuki-chan, Rangiku-san. – Nuevamente el llanto aumentaba causando que fuera incomprensible lo que decía. – No entiendo, Kurosaki-kun... Yo te amo tanto y ahora yo... Yo... ¡Ya no siento deseos de vivir!