Aunque la mentira tiene pata, tarde o temprano cojea...

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Después de mucho tiempo de tristeza, comencé a mirar que ahí no terminaba la vida, que éramos muy jóvenes para morir por un supuesto amor. Decide comenzar a salir de mi encierro. Entramos a la preparatoria, y curse un año, durante este año conocí a Gabe, un chico muy lindo, al que de igual forma le hice daño.
Recuerdo que me insistió por 3 días que fuera su novia, a lo cual, por último accedí.
Tuvimos un mes de relación, pero yo no podía seguir mintiendo, no había olvidado a Benjamín. Aún lo quería, ha no lo amaba, pero lo quería como aquel amigo que siempre fue.
-Perdón pero no puedo seguir con esto- le dije a Gabe
-Pero, por qué.
-Es solo que no quiero hacerte daño- tratando de ocultarle que no podía olvidar a Benjamín.
-Pero explícame, por qué.
Y así estuvo toda la siguiente semana, tratando de obtener una explicación.

Una Chica MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora