Campamento De Lesbianas.© [CANCELADA]

→Nueve.

{Margot}

Si fuera hombre tendría una erección.

Vale, eso ha sonado raro, pero qué queréis. Estoy rodeada de tías que están muy buenas en bikini. Si no fuera por el chaleco que nos han hecho poner.

—Atención, por favor—la instructora habla—hay solo un "bote" así que nos subiremos todas, no somos muchas. Nos sentaremos por parejas. Os dejo unos minutos para elegirlas.

Doy un bufido. Parejas, parejas. Tenemos que hacer todo en parejas. ¿Es que no hay nada individual?

Además, no conozco a ninguna de aquí. Tampoco es problema, tímida es lo último que soy.

Veo a todas las chicas emparejadas excepto por una, que parece un poco antisocial, la verdad.

Me acerco a ella.

—Hola, perdona. ¿No tienes pareja? Porque yo tampoco. Podemos ir juntas
—ofrezco lo más amable posible.

Ella me mira con indiferencia y se encoge de hombros.

—Vale.

Nos quedamos en silencio por unos segundos. Qué incómodo.

—Bueeno...me llamo Margot, ¿y tú?

Sus ojos—aún inexpresivos—me miran de arriba abajo descaradamente, sin vergüenza.

Vale, es antisocial pero no vergonzosa.

—Blair. Blair Díaz.

—Oh...tu apellido y tu acento no parecen muy de aquí. ¿De dónde eres?
—pregunto para sacar algún tema.

Si me dice que es de aquí me tiro al río.

—No, soy de España. Bueno, viví allí hasta los once y luego vine a vivir aquí.

—Wow, qué guay—me hago la impresionada.

—No sé, supongo—se vuelve a encogir de hombros.

Poco después la instructora nos llamó y nos hizo subir.

—¿Estás nerviosa? Yo un poco—digo agarrando un remo.

—Bueno, podemos caernos y matarnos contra una roca o algo. Así que supongo que algo sí—dice seriamente, pero empieza a reír cuando ve mi cara de horror
—era broma.

—Me has asustado igualmente, soy muy joven para morir—digo dramáticamente y reímos. Me está empezando a caer bien.

—¡Ha sido genial!—digo escurriéndome el pelo.

—Sí, sobre todo cuando una ha empezado a decir: "¡Oh no, se me ha caído una uña!" "¡Mi tinte, se me quita con el agua!"
—dice poniendo una voz chillona y empezamos a reír.

Blair es una chica peculiar, no se preocupa en nada por encajar y es ella misma, sin duda, es maravillosa.

—¿Sabes? Me encanta tu pelo—digo.

—¿En serio? Gracias. Cuando mis padres me vieron con este corte casi me matan.

—No entiendo por qué, te queda muy bien.

Veo que sonríe de lado por el cumplido.

—Gracias, de nuevo. El rubio de bote tampoco va mal en ti.

Cambio mi expresión a una "enfadada", aunque no aguanto y me echo a reír. Ella se une.

—¡Oye! Soy rubia natural—replico.

—Sí, como digas, Barbie—sonríe malvadamente.

—Las Barbies son perfectas, yo no
—digo mirándola a los ojos.