Conversaciones con él [COMPLETA]

~33~ Final

—Que te amo —Se escucho una voz detrás de ella.

Una luz se prendió iluminando algo en específico. ¡Era Erick! estaba con un gran ramo de rosas en las manos junto a una pequeña mesa redonda de la cual colgaba un globo grande en forma de corazón con el nombre "Lucía".

—¿Erick? —dijo ella sin creerlo aún— ¿q-qué dijiste?

—Que te amo Lucía, yo te amo— Repitió Erick con una gran sinceridad en sus ojos—. Al principio solo quería alguien con quien platicar y lo admito, pero luego me enamoré de ti y desde entonces cuando te enviaba un mensaje era porque quería hablar contigo porque necesitaba hablar contigo, te necesitaba a ti... como lo hago ahora y no importa lo que digan los demás, yo te amo a ti y sólo tú me importas.

Él acento las rosas en la mesa y se acercó a ella un poco más, esperando una respuesta.

—Erick yo... Ahh no se que decir —Y casi se pudo escuchar como algo se rompía en el interior del castaño.

—No tienes que decir nada —dijo agachando la cabeza—, sé que no sientes lo mismo que yo pero tenía que decirlo antes de que esto empeorara.

Hubo un gran silencio por unos segundos.

—Bien, creo que es mejor que me vaya —habló él dándose la vuelta—. No hace falta volverme a hablar si así lo quieres, sólo tenía que decírtelo pero no era necesario que fuera algo mutuo —continuó aun de espaldas y siguió avanzando hasta llegar a la puerta.

Ella estaba inmóvil, no sabía que pensar ni que decir.

Hasta que por fin reaccionó y al último momento antes que Erick saliera corrió hacia él.

—¡Erick espera! —Se acercó a el dándole vuelta y poniendolo de frente.

—No es necesario que digas nada —La interrumpió.

—Si, pero yo...

—Entiendo si te sientes incómoda —volvió a interrumpir.

—Lo se, pero yo si...

—Comprende que no tienes que hablarme si no lo deseas.

—¡Y tú entiende que yo también te amo! —exaltó por fin.

—Si, me lo merezco y lo siento mucho pero... espera... ¿qué dijiste? —preguntó sorprendido.

—Lo que oíste, también te amo— admitió con brillo en sus ojos—. No lo quería admitir pero al final me di cuenta de que siempre me has gustado y sí... te amo Erick.

—Yo... ¿cómo no sé que solo dices eso para que no me sienta mal? —Ella sólo rodeó lo ojos—. Porque si es así dejame decirte que no es algo de juego y podría terminar más mal de lo que ya me siento así que...

Con un dedo ella le callo la boca y se acercó a él.

—¿Podrías callarte un momento? —Él asintió con la cabeza— ¡Bien! ahora piensa: crees que si esto fuera solo para "hacerte sentir bien" ¿haría esto? —Y jalandolo de la camisa ella se acercó a él besándolo en los labios.

Y ese beso lo cambió todo.

Para él porque siempre quiso probar los labios de aquella chica y desde que estuvo a punto de hacerlo aquella noche era de lo único que podía pensar.

Y ella nunca lo había pensado, pero después de hacerlo no se arrepentía de haberlo intentado.

—¡Wuuuu! ¡Asi se hace viejo! —se escuchó en lo alto de las gradas cuando ambos se habían separado del beso.

Era Tomás quién gritaba y junto a él estaba Barry. Ambos tenían sujetado un cartel que decía "Erick & Lucía Forever".

—Eh... ¿debo preguntar? —dudó la castaña señalando a aquel par.

—Seria mejor si no lo haces.

Ella río.

—De acuerdo.

—Entonces.... ¿si me amas en serio? —preguntó de nuevo haciendola volver al tema.

—Claro que si Erick, te amo o ¿acaso crees que eso fue un beso de amigos?

—Buen punto... —dijo con una sonrisa tímida—. Y entonces... crees que... ¿podamos intentar que lo nuestro funcione esta vez?

—Sería un placer tener una historia contigo —admitió ella con una gran sonrisa.

—Linda, ya tuvimos nuestra historia.

¿Fin?