Capítulo I

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Victor venia hacia mi, furioso coloco su puñado sobre mi mandíbula se alejo unos centímetros y me susurro al oído -Que se siente estar sola, pequeña Selene.

Desperté de golpe, el sudor bañaba mi cuerpo por completo, los rayos del sol reclamaban que hoy comenzaba otro día de mierda. Me enderece y no lo pude evitar mis ojos se cristalizaron, abrace mis rodillas y solloze en silencio, por un momento me perdí en ese sentimiento de vacío, mi cuerpo no deja de temblar, no dejaban de sentirse sólo, no dejaba de extrañar a Michael.

Me siento abrumada y cansada de repasar una y otra vez lo ocurrido en mi cabeza, pero si no lo hago olvidare mi objetivo.
No se por donde comenzar.

Hace más de 600 años comenzó una batalla entre Vampiros y Lycans en donde sobrevivir y la conservación de su linaje era el triunfo, yo una portadora de la muerte me dedicaba a erradicar a esas bestias, ahí conocí a Michael Corvin un decendiente del tercer hijo de Alexander Corvinus, alguien capas de ser portador de las dos razas un híbrido quien se convirtió en el amor de mi vida por quien decidí dejar todo y huir con el, me había convertido en una marginada, a esas alturas los humanos ya sabían de la existencia de nuestras especies y habian iniciado una purga tratando de erradicar a los inmortales, nos pusieron una trampa alejandonos el uno del otro, al despertar me di cuenta de que habían pasado 12 años, me encontraba en una institución médica llamada Antigen donde me habían sometido en un sueño criogenico, sin saber que habia pasado busque a Michael por todas partes y en su lugar encontré a Eve una niña de nueve años que compartía la fuerza y deztreza de Michael, habían pasado Muchas cosas y las razas ya estaban casi extintas o eso creía yo, ahora tenía que buscar a Michael y cuidar de nuestra hija, lamentablemente hace poco más de un año en la batalla contra Marius líder de los Lycans me entere de la horrorosa muerde que le impartieron esas asquerosas bestias a Michael, se que la batalla no ah terminado pero cada vez va llegando más a su fin y vengare su muerte.
Ahora pertenezco a un aquelarre e sobrevivido a la gerra de sangre, me encuentro en la fortaleza del este entrenando a las nuevas generaciones ya no soy una marginada, ya no estoy sola.

* * *

-Mamá - Eve entró apresurada en la habitación.
Me deje caer sobre la cama y sonreí para mis adentros, tenia a mi lado a lo mejor del mundo, como podía sentirme tan sola.
-Entrar de esa forma...... - comencé a decir.
-esta muy mal -balbuceo distraída, pero continuo -David me llevará a conocer el parque de diversiones, si tu me das permiso claro -sus ojos brillaban espectadores.
-no creo que sea apropiado -no se en que momento David y Eve se habían echo tan unidos y la verdad no me agradaba, David no tomaba sus responsabilidades como tal y solo se la pasaba recreando una niñez a lado de Eve.
-Sabía perfectamente que la señora amargada jamás lo permitiría -como si lo hubiéramos invocado entró a mi habitación, se le estaba haciendo una costumbre ser tan evidentemente irritante.
Antes de que pudiera dar otro paso mi rostro expectante ya estaba frente a él -Sabias que no eres bienvenido en mis aposentos.-susurre lo más amenazante posible.
-Quizas - sonrió ampliamente- lo que no sabia es que las portadoras de la muerte vestían -me observó fijamente como queriendo memorizar la escena. -conjuntos de seda - murmuro perplejo.- pero espera se te ve maravilloso Selene -sonrió de lo más gustado poniendo unos ojos color celeste.
-Deja de mirarme como comida -lo empuje haciéndolo caer en el piso de golpe.
-Mamá - Eve interrumpió, me abría encantado ver a David suplicando por su vida pero tendría mucho mas oportunidades. - Puedo ir - pregunto de nuevo.
No quería que fuera la idea de perderle me aterrorizaba, corría mucho peligro a las afueras del castillo, pero pero tenia razón no podía seguir privandola. -Se cuidarme -dijo como si escuchara mis pensamientos.
-Yo cuidaré de ella -interrumpió David diciendo lo que quería escuchar. -somos realmente fuertes, verdad pequeña -sonrió cómplice -no tienes de que preocuparte -me sonrió muy relajado y confiado y antes de que pudiera decir otra cosa salieron.

Mi rutina aquí en la fortaleza no incluye muchas cosas en si, estamos en tiempo de paz, solo me dedico a entrenar y tratar de preparar a las generaciones futuras en caso de alguna emboscada.

* * * * * * *

El salón de entrenamientos estaba completamente desolado, al parecer todos habían decidido tomar un descanso en el campo, al llegar me di cuenta de que estaban muy animados platicando, pero en cuanto entre y notaron mi presencia y de una todos dejaron de hacer sus cosas.
Su reacción no se me hizo nada alarmante, me sería difícil ganarme su confianza.

-Selene adelante -Vargas se puso de pie y se acercó a mi, hizo un espacio junto a su grupo y al momento todos volvieron a sus conversaciones.
-Disculpas, es algo extraño de que alguien de tu linaje, ya sabes - susurro una pelirroja. -pase tiempo de caridad con nosotros.
No fue algo que me asombrará, que recuerde ningún anciano fue lo suficientemente bueno con los de su especie.
-Bueno yo no me considero ya sabes -trate sonreír -especial. - susurre lo más agradable, Vargas me miró sonriendo y asintió.

* * *

Vargas me golpeó fuertemente en el estómago haciéndo estallar mi cabeza agresivamente contra la pared, antes de que pudiera actuar su espada comenzó a clavarse en mi hombro, sonrió victorioso y susurro.-Quieres más - no se como habíamos llegado a esto, trate de safarne de su agarre pero me era casi imposble, acto seguido lo golpee en la en nuca, lo levante de una y lo estampe contra el piso, ya inmovilizado comencé a golpearlo agresivamente en el rostro.....

Los pensamientos de odio no me dejaban reaccionar, mi mente se desconecto por un momento, mi visión se nubló y era apenas entendible, estaba muy agitada apenas podía seguir me estaban persiguiendo, estaba completamente desorientada, había mucha sangre, estaba huyendo, había Lycans.

-SELENE! -parpadee aceleradamente, Vargas estaba completamente ensangrentado y su rostro demostraba desconcertó, trate de volver a esos recuerdos cerré fuertemente mis ojos pero antes de que pudiera. -SELENE!!- Lena me arrastraba hacia el pasillo.
-Sueltame!!- me miró confundida, acto seguido sentí como mis costillas crujían al retumbar contra la pared.

Que acababa de pasar, ignore la presencia de Lena y trataba de organizar de una manera cuerda lo sucedido, enseguida las imágenes de Eve pasaron por mi cabeza, era ella, esta en peligro.

-nesecito encontrarla -me levante apresurada y desaparecí de su vista, no perdería el tiempo dando explicaciones.

Era ella. Era ella. Era ella. Me decía mi subconsciente una y otra vez.
Malditos perros, mi sangre hervía de coraje de solo imaginar que le pusieran una garra encima. -pero David esta con ella, no dejaría que le hicieran daño. -los recuerdos de esa persecución no dejaban de dar vueltas en mi cabeza.

Estaba en la ciudad, ya comenzaba a oscurecer y las calles ya estaban por completo decerticas o eso pensé yo, comencé a caminar sin ningún rumbo en especifico.

Era un poco raro ver personas caminando a esta hora, pero de cierta manera las calles no estaban solas, mis ojos recorrían de arriba a bajo cada rincon tratando de encontrar algún indicio.

-Lo Lo siento -interrumpió una voz ronca y masculina al topar agresivamente  frente a mi, parecía alguien de la calle sus ropas eran holgadas y sucias.
Pero antes de que pudiera prestarle atención un grito retumbó en mis oídos.

Eve. Eve. Eve. Repetía mi conciencia. Es ella.

Me encontraba en un subterráneo tratando de seguir aquellos gritos, había un olor asqueroso en aquellos pasillos.

No estaba sola. 

* * * *

Muchas gracias por haber llegado asta aquí :v
Y pues nada mas xD

Se que puedo tener algunas muchas faltas de ortografía y lo siento.

Solo pido paciencia y apoyo moral :p

Underworld: Memorias de Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora