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Luego de la pequeña charla, JiMin tomó su esperado baño caliente, tardo unos 20 minutos para luego vestirse con las nuevas prendas que sacó del armario de YoonGi.
Salió del baño con la toalla en sus hombros, para qué su Hyung secara sus cabellos nuevamente. Buscó por cada habitación hasta que pasó por un largo pasillo que nunca vio, en él se encontraba tan solo una puerta, lo cual le extraño al ver que estaba entre abierta y se escuchaban algunos ruidos provenientes de dentro de ella. Se acerco de a poco a la dichosa puerta, empujándola de a poco.

—¿YoonGi hyung?— preguntó asomando la cabeza.

YoonGi se encontraba de espaldas a JiMin mientras ordenaba algunas cosas. Se exaltó al escuchar esa voz característica y se volteó rápidamente para ir hacia la puerta y encontrarse con chico que nunca secaba su cabello ni su cola que siempre se balanceaba de un lado a otro, y esas orejitas bajas demostrando timidez.

—¡Sal de aquí!— gritó con el enojo cargado, sin darse cuenta de lo que estaba haciendo.

El menor se asustó y salió corriendo de allí con lo ojos cristalizados mientras buscaba un escondite para que no lo encontrasen y le hicieran daño.

~

YoonGi luego de reaccionar a lo que había hecho, salió de la habitación rápidamente en busca de menor, maldiciendose a sí mismo por haberle gritado de esa forma.
La cocina, el baño, su estudio, ¿donde más podría estar? Tan solo le quedaba su habitación, a la cual fue dando zancadas. Revisó el cuarto y nada, no había rastro de el. Se le dio por rebuscar en su pequeño vestidor el cuál también era su armario. Allí estaba, un pequeño chico hecho bolita con su cabeza enterrada entre sus rodillas mientras temblaba y sollozaba en silencio.

—JiMinie...—dijo con voz suave mientras intentaba acercase al pequeño bollito.

JiMin sollozó audiblemente encogiéndose aún más en su lugar.

—N-no me hagas daño— suplicó JiMin intentando formar parte de esa esquina.

YoonGi acercaba lentamente su mano a la cabellera del castaño, mientras que JiMin no levantaba la vista en ningún momento.
El mayor consiguió alcanzar esas hebras tan sedosas y brillantes, para poder acariciarlas e intentar tranquilizar al menor. YoonGi se casi arrastró por el suelo para poder llegar hasta JiMin y poder darle un cálido abrazo, lo cuál JiMin no correspondió y sollozó abrazándose a sí mismo.

—Lo siento tanto JiMin... No debí hablarte así cuando tu no sabías nada—. Acarició la cabeza junto a las pequeñas orejitas bajas del castaño intentando tranquilizarlo.

JiMin no contestaba y eso preocupó a YoonGi.

—JiMinie, mirame por favor— dijo casi susurrando, separandose un poco del mencionado e intentando tomar su delicado rostro.

El menor temblaba entre sus brazos mientras se perdía en su mundo.

—¿JiMinie?— repitió mientras acariciaba su hombro derecho con su diestra.

El menor lentamente levantó su rostro hacia el pelinegro con temor a ganarse una paliza por haber entrado sin el consentimiento de su Hyung a aquella habitación.

—Y-YoonGi hyung... L-lo lamento tanto... Yo n-no quería entrar, yo solo quería q-que secase mi cabello— lágrimas caían sin parar por las regordetas mejillas de aquel chico con rasgos mininos.

My Little Cat |YoonMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora