Me desperté por el estúpido ruido de mi alarma, lo que me hace recuerdo de que es comienzo de mi nuevo año escolar y último, ¡por fin saldré de esa cárcel!.
Saqué mi brazo para apagar la alarma, había un frío terrible, daría todo por quedarme en mi camita. Pero como soy tan responsable -nótese el sarcasmo- me levanté como toda buena chica.
Espero todavía haya gas, no soportaría bañarme con agua fría y menos con ésta mañana tan helada. Me dirigí a mi closet y saqué mi uniforme, junto a mi ropa interior.
Físicamente soy alta y flaca con pequeñas curvas, tengo el pelo castaño ondulado igual que mi mamá y los ojos verdes los saqué de mi papá.
Ya lista, bajé para hacerme un sándwich e irme, no se escuchaba ningún ruido, supongo mis padres ya se fueron a trabajar. Al fijarme en la hora me doy cuenta que quedan 20 minutos para entrar a mi primera clase, ¡debo darme prisa!. Subí a buscar mi mochila y baje corriendo, para irme al liceo.
Tomé el primer colectivo que encontré, aún me queda tiempo, mientras tanto reviso mi horario para ver qué es lo que me toca a primera hora.
Hora de ingreso de alumnos: 8:30 a.mhrs - Horario de salida: 16:00 p.mhrs.
Horario 1° semestre: Lunes: 1° y 2° Contabilidad 3 lenguaje 4° y 5° Gestión Comercial y Tributaria 6° y 7° Educación Física
Contabilidad, lo que me faltaba, con esa vieja amargada.
Para que sepan Contabilidad es un verdadero asco, pero más asco me da la señora que nos enseña, es súper fea se parece a la protagonista de la película de "Matilde" Troncha Toro. Ya se la podrán imaginar.
Cuando ya veo que voy llegando a mi destino, le aviso al chofer y le pago. Al bajar atraigo todas las miradas, a lo lejos veo a mis amigas llegar como una tropa, justo cuando toca la campana. Ni siquiera nos da tiempo de saludarnos y empezamos a correr para llegar lo antes posible a la sala y ganar puesto al final, junto a la "delincuencia".
Miro la puerta esperando a la profesora, pero en cambio veo a un hombre alto, fornido, hombros anchos, cabello rubio castaño y unos ojos radiantes entrar, dios..... podría perderme en ellos.
- Buenos días 4ºC-. Dice ubicándose al frente de toda la clase, acto el cual despabilo. Me doy cuenta que inconscientemente me estoy mordiendo el labio inferior.- Que bueno esta-. Pienso.
- Este año seré su nuevo profesor de contabilidad, espero que no sean conversadores o tendremos problemas - Dice con una media sonrisa .- Todas suspiraron y más de alguna lo miraba con lujuria, en cambio los hombres lo miraban enojados por recibir tanta atención de la población femenina.
- Maddison despabila-. Me dijo mi novio Matt.-¿Qué diablos quieres ahora?- . Dije enojada por su tono de voz.-¿Puedes dejar de mirar así al nuevo profesor?-. Me dijo con su ceño fruncido.- No lo estoy mirando-. Digo, entonces él toma mi mano.
- Los jovencitos de al fondo, por favor-. Matt suelta mi mano, mientras el profesor sigue con su presentación.-Soy César Valdés, les haré contabilidad, gestión comercial y tributaria, también marketing. Espero que nos llevemos bien este año-. Al momento de terminar de decir eso, su mirada se topa con la mía, no pude evitar sonrojarme por su intensa mirada que era capaz de mojarle las bragas a cualquiera.
Al instante desvió su mirada para comenzar a pasar lista.
- Almonacid?-. Preguntó.-Presente profesor-. Contesto mi compañera guiñándole un ojo. Suelta.-Pensé.
- Alvarez?-. Después dejé de escuchar. Tener en la mañana contabilidad aburre mucho - ¿Smith? ¡¿SMITH?! gritó - presente guapo-.
¿Se imaginan le hubiese respondido eso?
- Presente Don César-. Miró de soslayo para decir.- Deberías estar más atenta , y dejar de pensar en las gárgolas-. A lo cual todo el curso ríe a carcajadas. Mientras Matt, esta rojo del enojo, empieza apretar el puño, sé que eso es malo, porque es muy impulsivo, por lo cual le tomo las manos y deposito un beso fugaz en su hombro.
- Las muestras de afecto fuera de mi clase-. Dijo el profe.- Insoportable, le hace falta un buen polvo.- Este año se irán al mundo laboral.- Deje de nuevo de prestar atención, y comencé a observar a Matt, quien se veía muy adorable concentrado, lo hice por inercia y costumbre, le robé un beso. Mal, totalmente mal.
- La pareja ya fue advertida, salgan de mi clases.- Dice enojado
¿Acaso todo le molesta?
- Tampoco quería estar en su clase.- Responde Matt, abriendo la puerta, extiende su brazo en señal de que pasara primero y salí. Ya al estar afuera escucho el estruendo que hizo la puerta por el portazo que dio matt.
Fuimos a un pasillo, donde estaba el antiguo internado, nos sentamos, sin más me lancé sobre Matt, estaba muy necesitada, desde hace una semana que no teníamos acción.
- Bebe-. Me dijo agitado.- Te necesito ahora, Matt-. dije acalorada, no estaba así desde hace mucho, es como si estuviera en celo.- No podemos aquí amor, nos pueden ver-. Me dijo , sin dejar de acariciarme, ya podía sentir su erección creciendo y eso me ponía más caliente.- ¿Y eso desde cuando te importa?-. Pregunté pícara.- Cierto, nunca me importó-. Y me besó apasionadamente, mientras me seguía acariciando, yo me refresgaba en su erección que ha cada rato crecía más. El aire me comenzaba a faltar, pero no me importaba, solo quería besarle. Al rato sentimos un ruido y miramos...
