Alice Jackson, es una chica extrovertida. Con tan solo unos 17 años a podido ser expulsada de varios institutos por sus alocadas bromas. Puede ser muy seria y madura cuando el momento lo amerita pero es solo con las personas que ganan su corazón. El...
-¡Estas expulsada!-comienzo a reír sin poder aguantar más por el rostro del director -No, no-mi madre es la única a la que le preocupa porque mi padre se está cubriendo la boca con su mano para no reír-¿no habrá otra manera de castigo?- -No, ya me harté de sus bromas así que Alice está fuera de este instituto-dice botando humo por las oreja -Esta bien, gracias-mi madre le da la mano-y cuidado que le dará un ataque-se burla, sabía que mi madre no era tan amarga aplaudo mentalmente
El director la fulmina con su mirada que de seguro si pudiera le mandaría dagas con esta. Mis padres se ponen de pie y caminan junto a mí hasta la puerta. Pero justo antes de cerrar la puerta mi padre se voltea por última vez. -Por cierto director, le queda bien el rosa-y cierra la puerta comenzando a reír y yo sin poder impedirlo lo sigo -Ay Dios Santo ¡Alice!-mama me exclama haciendo que tome un momento de seriedad-¿y ahora en que instituto te inscribiré?-habla cruzándose de brazos -Ay mama no seas tan amargada, sé que te ha gustado esta broma-achino los ojos mirándola con una sonrisa de complicidad-admite que me ha quedado bien la broma- -Bien, debo admitir que da risa-ríe por lo bajo-es que me imagine de todo cuando el director me llamo menos ver su oficina con pegatinas y dibujos de flores y unicornios y mucho menos que...-ríe más alto-que este pintado completamente de rosa chillón- -Papa, lo ha admitido-lo zarandeo riendo -Si la he escuchado-ríe conmigo pasando un brazo por mis hombros
Mi padre es muy simpático y bromista; pero ojo solo con su familia, en su trabajo es muy serio y estricto. Él es el que me apoya en mis bromas, mamá siempre es la que se pone histérica y me "castigaba".
-Ahora hay que ver qué haremos-mama dice una vez en el auto-yo ya tengo una idea y lo hablaremos en la casa-
Cuando dice eso no me gusta para nada. Sus ideas son algo complejas a mi pensar porque implican cosas que a mí no me gustan para nada.
Cuando llegamos a nuestro hogar, corro a mi habitación para evitar la conversación sobre la idea de mi madre. Al estar en mi cueva me desvisto para ponerme algo más cómodo y sin pintura claro.
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Me pongo unas sandalias cómodas y me hago un recogido completo en mi cabello. Me lanzo a mi cama boca arriba con los audífonos puestos a volumen alto.
Estoy demasiado aburrida y mi queridísima mejor amiga no está disponible porque está en clases. Me siento en la silla giratoria de mi escritorio y me coloco mis lentes de sol más oscuros que encontré para comenzar a dar vueltas y vueltas.
Detuve las vueltas cuando sentí que iba vomitar pero solo me puse de pie e intente caminar como idiota para caer al suelo como si estuviera borracha riendo como loca.
Me deshago de mis audífonos para poder escuchar a mi madre que ha entrado. Me siento y aparento estar en mis cinco sentidos. -Debemos charlar hija-se sienta en mi cama yo me siento o mejor dicho me arrastro hasta quedar sentada frente a ella en el suelo aún. -Dígame madre- -Bueno, he conversado un buen rato con tu papa y hemos quedado en un acuerdo-suspira-a mi no me agrada demasiado esta idea pero debido a que no es ni la primera ni la segunda vez que te expulsan de un instituto debo decirte lo que decidimos- -Bueno suéltalo ya, me estoy muriendo de la curiosidad-alzo los brazos -Se que te podrás enojar pero es tu castigo-ruedo los ojos-te mandaremos al instituto de tu primo en New York-abro los ojos a más no poder -¡Mama!-exclamo a modo de queja-no es para tanto-me cruzó de brazos -¿Qué no es para tanto?, te han expulsado de 4 institutos Alice-sonrío por eso-y debería de darte vergüenza ¿no ves que estas en tu último año? Aparte de que debes de tomar en cuenta que eres toda una señorita y no veo tus modales ni en un pelo-bostezo en forma de aburrimiento y señal de que ignoro lo que dice -Yo te prometo que me portaré mejor, que no haré más bromas hacia mis directores pero no me envíes a New York y ese instituto de locos- -No es de locos, es para mejorar tus modales-me reprende -Para mí es lo mismo-me quejo haciendo un puchero-no deseo irme, por favor escúchame-me arrodillo y junto mis manos-soy tu única hija, deberías quererme cerca- -No me vas a hacer sentir culpable-sonríe y acaricia mi mejilla-tu más que nadie sabes que te amo más que a mi propia vida, pero es hora de ponerte un alto Alice. Te vas y no hay más que decir-se pone de pie y yo con el ceño fruncido y los brazos cruzados me dejo caer hacia atrás en el suelo -¿Al menos me dirás cuando me iré?-digo antes de que cierre la puerta de mi habitación al salir -En dos días, tu tía Liz a conseguido que te acepten sin ningún problema-cierro los ojos y suspiro-baja en unos minutos, el almuerzo casi está listo-me avisa
