cuatro;

5.6K 519 231
                                    

Mientras estaba con Taehyung en la cafetería recibí una notificación de instagram y me congelé en el sitio. ''@parkjimin ha comeenzado a seguirte".

Intenté calmar mis ganas de gritar, daba igual la dirección, gritarle a Tae, a la camarera, o a la chica que acababa de entrar por la puerta de la cafetería. Respiré hondo, lo que hizo a mi mejor amigo poner sus ojos en mi. Mis hormonas estaban claramente revolucionadas, me sentía como un adolescente que ya no era. "Debes tranquilizarte Jeon Jungkook, es solo una persona", me dije a mi mismo.

En cuanto le enseñé a Tae la pantalla bloqueada de mi móvil el sonrió y comenzó una charla de los motivos por los que, según él, Park Jimin era gay.

- Primero os acompañáis a la uni, y ahora esto - cerró los ojos - está ligando contigo - dijo de manera tan seria y tajante que no pude evitar reír.

Salimos del edificio teniendo que pasar por la facultad de Jimin, y ahí estaba en la puerta junto a su grupo de amigos. Jimin levantó la vista e hizo contacto visual conmigo y me sonrió, sin apartar sus ojos de los míos. Me encontré a mi mismo aguantando mi respiración e intentando sonreír al mismo tiempo.

- Casi te desmayas ante esa sonrisa deslumbrante - dijo Taehyung entre risas llegando a casa.

- Cállate.

- Pero es cierto.

- Que te calles - mi cara estaba roja u eso siempre me delataba.

- Bueno, yo ya me voy - dijo Tae.

- ¿Y eso? ¿Hoy no hay Overwatch? - le miré con cara de cachorro.

- Bueno... es que hoy tengo cosas que hacer... ya sabes...

- Has ligado, ¿verdad?

- Es viernes - me guiñó un ojo.

- Lo sabía - rodé los ojos - ¿Tienes condones? - reí

- Si, me sobraron de anoche - reimos - bueno, me tengo que poner guapo.

- ¿Me tengo que poner celoso?

- No lo creo, yo siempre seré tuyo - rió para desaparecer por su puerta.

Taehyung y yo eramos los mejores amigos del mundo, no recuerdo un momento de mi vida en el que no estuviera él. Fue a la primera persona a la que le conté que me gustaban los chicos, y la primera persona a la que besé. Así que cuando salió la oportunidad de que él fuera mi primera vez no puse objeción.

Taehyung y yo no estamos hechos el uno para el otro en el campo romántico, y ya lo habíamos hablado lo suficiente para tener claro que ninguno sentiamos nada más. Además ambos estamos solteros y tenemos la suficiente confianza como para hacerlo. No ocurre siempre, soy un ser humano y a veces tengo necesidades, y simplemente prefiero hacerlo con Tae que buscarme a alguien por ahí.

Entré en casa y puse la televisión, hoy tenía ganas de salir a tomar algo pero Tae estará lo suficientemente ocupado esta noche como para responder llamadas, así que final acabé pidiendo comida y me puse a ver una serie. Comencé la serie de Juego de Tronos y al final terminé viendo Glee. Al día siguiente era sábado por lo que no haría mucho aparte de ver series y pintar. Sin darme cuenta me quedé dormido.

Me desperté súper temprano ya que acabe durmiendo colgando del sofá. No tenía sueño ni estaba cansado por lo que decidí salir a correr un rato. No solía hacer mucho ejercicio fuera de casa, pero hacía buen tiempo, aún hacía frío pero había salido el sol. 

Las calles de Seúl por la mañana eran preciosas, y adoraba el aire frío dandome en las mejillas. Al cabo de un rato corriendo pude notar que mi forma física se estaba resintiendo porque empecé a sentirme cansado y solo llevaba apenas 20 minutos, asi que tuve que parar.

Me senté en un banco que daba a una pista vacía, bueno, había una persona. Jimin. Su pelo rubio era inconfundible. Estaba bailando al son de una música que no reconocí, pero podía ver como se movía al ritmo de esta. El cuerpo de Jimin parecía la puerta dorada de la entrada al paraíso, una cintura que daba paso a unas grandes caderas y muslos. Nunca he sido un pervertido que se dedicara a observar cuerpos ajenos, es más, casi nunca hablaba de lo que me parecía atractivo del físico de las personas, pero en mis pensamientos estaba a salvo.

Jimin lo tenía todo. Una cara de ángel y un cuerpo que solo cargaría el mismísimo diablo, y parecía estar hecho para pecar. Sin darme cuenta me quedé obervando su culo, por el pantalón que llevaba podía notarlo claramente, dando paso a unos muslos bastante tonificados. Siempre he tenido en cuenta que las piernas de un bailarín son bastante importantes y sobre todo sus muslos. Aunque se podía ver que en él no todo era baile, Jimin iba al gimnasio, estaba claro que tenía fuerza. Llevaba puesta una camiseta negra sin mangas pegada al cuerpo y gracias a eso tenía una gran vista de sus hombros.

Comenzó a bailar haciendo grandes movimientos con el cuerpo, contorsionándolo a su gusto, llevándolo a posiciones inimaginables para mi. De un momento a otro comenzó a mover sus caderas de una forma que me hizo sonrojarme.

''¡Jungkook las hormonas!'' me dije a mi mismo. A los diez minutos decidí volver a irme corriendo por donde había venido, necesitaba una buena ducha de agua fría, y rezaba porque no me hubiera visto.

Instagram | Jikook (REEDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora