48. En mi defensa

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Ya no importa nada, mentira importó yo.

Egocéntrica pues.... si.

¿Cuál es el problema?

Quiero la respuesta.

Desnudo mis labios rojos, por un erótico baile sensual de tu parte.

Dime, ves mis ojos oscuros de ansiedad. Busco la manera de matarte sin que me afecte.

Eres sólo un trato.

Un trato que me hace perder el equilibrio de mi lunatica mente.

Trabajo para los malos.
Tú para los buenos.

Yo soy tu contrario y vos el mío.

Ya no importa nada, mentira importó yo y usted.

Ya no tan egocéntrica, pues.... no y si.

¿Cuál es el problema?

Esta vez respondo yo, soy yo el problema.

Última pregunta.

¿Matarían a la persona que amas por un trato?

En mi defensa, yo no amaba a nadie antes de conocerlo.

En mi defensa yo tengo palabra y eso vale más que nada en el mundo y es lo único que nos queda la palabra.

En mi defensa, no sabía qu lo iba a amar tanto yo no amó a nadie que no sea yo misma.

En mi defensa el no es un santo por algo lo quieren muerto.

En mi defensa prefiero ser yo, a que envíen a otro hacer mi trabajo.

En mi defensa será el último que morirá por mis manos.

En mi defensa no tengo defensa ¿verdad?

Posó para el será la última foto que me hará , me quitó las gafas y disparó. Un disparo limpio.

Camino hacia el cuerpo inerte de mi amado, cojo la cámara, le doi la vuelta para darle el último beso dejando la huella de mis labios, me levantó y camino dejándolo atrás.

-Hasta pronto Billy, nos veremos en el infierno.

Susurró.

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